La sorpresa se escondía en la letra pequeña de la tercera oleada del año del Centro de Estudios de Opinión (CEO), el CIS catalán. Según el sondeo, el 42,1% de los votantes del PSC votaría hoy "no" a la Constitución por sólo un 29,9% que votaría "sí". El dato sitúa al votante del PSC más cerca del independentismo que del constitucionalismo y en el punto medio entre el "no" de los votantes de Catalunya en Comú Podem –65,3%– y el "sí" de los del PP o Ciudadanos –45,5% y 52,8%–.
La cifra, junto con el aumento de la ventaja de ERC, a la que el sondeo concede una horquilla de entre 36 y 38 escaños, y el mantenimiento de la mayoría absoluta del bloque independentista, dibuja una Cataluña cada vez más alejada del consenso democrático del 78 y en deriva hacia la ruptura con el resto de España. O dicho de otra manera. De acuerdo a los datos del barómetro, el PSC habría dejado de formar parte del bloque constitucionalista para alinearse con aquellos que, sin declararse abiertamente independentistas, sí se manifiestan contrarios a la Constitución.
El dato no ha dejado indiferente a nadie en el bloque constitucionalista. Alejandro Fernández, líder del PP catalán en sustitución de Xavier García Albiol, ha negado en conversación con EL ESPAÑOL toda credibilidad al porcentaje. "No me lo creo. Los votantes del PSC están ya depurados de separatismo. Sólo tienen 17 escaños". En realidad, también los datos del PPC resultan sorprendentes: el 25,7% de los votantes populares votaría hoy "no" a la Constitución por sólo un 19,3% de los votantes de Cs que optarían por esa opción.
Parece en cualquier caso obvio que los motivos por los que esos votantes de PP y Cs se decidirían por el "no" son muy diferentes de los de aquellos que optarían por el "no" en el PSC. Es decir que no es tan relevante la cifra del "no" como sus motivos: centrifugadores en el caso de los del PSC y recentralizadores en el caso de los de PP y Cs.
Carina Mejías, líder del grupo municipal de Cs en el Ayuntamiento de Barcelona, sí se cree los datos, además de coincidir con la línea de análisis anteriormente mencionada. "Tanto el PSC como su electorado llevan años asumiendo las tesis nacionalistas y alejándose cada vez más del constitucionalismo. Así que no me sorprende que el último barómetro refleje el desapego a la Constitución" confiesa a EL ESPAÑOL. Y añade: "Creo que es conveniente recuperar el valor de la Constitución española como instrumento que recoge nuestros derechos y libertades, así como nuestro sistema de convivencia. Hemos de dejar de menospreciarla. Y esa es una tarea que debe comprometer especialmente al PSOE".
El último en opinar es Alberto Fernández Díaz, un veterano del PP catalán. "Los titubeos, complejos y renuncias del PSOE han acabado por desorientar a sus votantes. El PSOE está allanando el camino al independentismo".
Pero quizá el dato más demoledor sea el siguiente. El 6 de diciembre de 1978, el 90,5% de los catalanes votó "sí" a la Constitución por sólo un 4,6% que votó "no". En 2018, sólo el 17,4% votaría "sí" por un 57% que votaría no, un 9,4% que no votaría y aproximadamente un 15% que votaría en blanco, nulo o que dice no saber qué votaría. Cuarenta años de nacionalismo, en definitiva, no pasan en balde.