El nuevo escenario abierto en Andalucía tras los resultados del 2-D deja abiertas las puertas a muchas combinaciones. Sobre todo para quienes basan su discurso en un "cordón sanitario frente a la extrema derecha". Este martes se ha reunido el Consejo de dirección de Podemos y en la rueda de prensa posterior, la portavoz Noelia Vera ha sido preguntada expresamente por la posibilidad de permitir un Gobierno de Ciudadanos en la comunidad autónoma, como mejor opción para que Vox no influya en la política andaluza. Y, en contra del "no" categórico que vendía la formación morada durante la campaña a "permitir un gobierno de la derecha", Vera ha respondido con un circunloquio: "Eso corresponde al análisis que hagan nuestros compañeros en Andalucía".
Fuentes internas del partido de Pablo Iglesias, de hecho, no descartan esa posibilidad, la de que la formación morada permita que Juan Marín, cabeza de lista de Cs, se aúpe al palacio de San Telmo, en consonancia con la "altura de miras" que reclama oficialmente Podemos.
Para ello haría falta que los 33 escaños del PSOE de Susana Díaz votaran junto a los 21 de Cs y las 17 abstenciones de Adelante Andalucía. Así, la suma de los previsibles 'no' de los 26 del PP y los de 12 de Vox no alcanzaría para evitar la Presidencia de Marín en segunda votación.
"Estamos en una encrucijada", ha dicho Pablo Echenique en la misma rueda de prensa, "ante la llegada de un movimiento reaccionario, con un discurso de extrema derecha que puede hacernos retroceder como país en derechos sociales, civiles y democráticos".
Así, la opción número uno para Podemos es poner todo el peso político de su discurso en que Vox, "el ala más franquista, machista y xenófoba del PP", se ha escindido y ha entrado en el Parlamento andaluz. Con ello tapan su hundimiento en votos y ganan tiempo para encontrar un nuevo rumbo estratégico. Pero además, se permiten una rendija abierta a la posibilidad de traicionar una de las promesas de Teresa Rodríguez en campaña: "Nunca permitiremos que gobierne la derecha, sea ésta cual sea".
El caso es que aunque Ciudadanos "es de derechas", como insistió Noelia Vera, los informes que esperan de la dirección de Podemos Andalucía -a Teresa Rodríguez no se la pone en duda, a pesar del mal resultado de su apuesta "andalucista" y por eliminar el nombre del partido de la papeleta electoral- serán los que dicten el camino. Pero en Madrid, las fuentes internas de la dirección confirman que el equipo de Pablo Iglesias no está cerrado a significarse como un partido de Estado que colabore en parar los pies a la extrema derecha.