Plaza de Willy Brandt, Barcelona, sábado 12 de enero de 2019. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompaña a Jaume Collboni, candidato del PSOE en Barcelona a las próximas elecciones municipales, en su presentación oficial.
El líder socialista no dejó pasar la oportunidad de referirse al político alemán que da nombre a la plaza barcelonesa, premio Nobel de la Paz y artífice del Ostpolitik, como se conoció en Alemania el acercamiento hacia el bloque del Este tras la Guerra Fría.
Pudo hacer una breve referencia a su persona. Sin embargo, la parte más política de su mitin giró en torno al canciller que rehusó cualquier tipo de extremismo: tanto de la izquierda como de la derecha. Él mismo sufrió la persecución nazi. Se cambió el nombre (Herbert Ernst Karl Frahm) y tuvo que exiliarse a Noruega, donde trabajó como reportero.
Sánchez se refirió a él precisamente para criticar a las "tres derechas, los voxonaros de España" que han pactado en Andalucía (en referencia a PP, Cs y Vox) y hacer una defensa del centrismo, la tolerancia, la igualdad y el progreso.
Renovación del discurso socialdemócrata
En una segunda referencia a Brandt, Sánchez también abrió el melón del futuro de la izquierda en España para hacer frente de manera unida, precisamente, al surgimiento de los nuevos partidos. En este sentido, defendió que "hay que asumir el coste de la contradicción de gobernar para no hacerlo en el pasado sino en el presente", recuperando una de las citas de las memorias de Brandt: "El futuro no será dominado por aquellos que estén anclados en el pasado". Una llamada a la acción no sólo a los miembros de su partido, sino también al resto de fuerzas de la izquierda, como Podemos o Izquierda Unida.
Las elecciones generales están cada vez más próximas puesto que Sánchez sigue sin obtener el apoyo de los partidos independentistas para sus Presupuestos. El PSOE sólo podría sacar rédito de la fragmentación del voto en todos los grados de la derecha si la izquierda monta un "frente" común contra cualquier posibilidad de la formación de un Gobierno de coalición como ha ocurrido en Andalucía.
En este sentido, el secretario general del PSOE recordó que Brandt propuso una "renovación del discurso socialdemócrata" y afirmó que "más allá de la derecha hay un amplio campo". En 1975, cuando murió Franco, el líder del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) apoyó a Felipe González (PSOE) frente a Enrique Tierno Galván (PSP).
En Barcelona durante la Guerra Civil
Lo que no recordó el líder de los socialistas es que Willy Brandt viajó a Barcelona en plena Guerra Civil (1937), donde presenció los Hechos de Mayo y salió horrorizado del enfrentamiento de las dos Españas y también de la dura lucha entre anarquistas y socialistas y las distintas ramas de los socialistas, lo que determinó su visión política.
Igual que Pedro Sánchez no se refirió a ese hecho de la vida de Brandt, en su mitin de Barcelona tampoco hizo ninguna alusión a la crisis del independentismo catalán ni al enfrentamiento que éste ha generado en la sociedad catalana.
Tampoco a las soluciones al conflicto que se plantea el socialismo, algo que se podría esperar del primer mitin multitudinario del líder socialista y también presidente del Gobierno tras la presentación de los Presupuestos que bloquean su futuro si no cuenta con el apoyo de PDeCat y ERC. Tan sólo hizo un nuevo llamamiento al diálogo hacia los independentistas: les instó a que "pasen del monólogo al diálogo".