La emergencia de Vox es un asunto de estudio para los expertos demoscópicos. En un escenario crecientemente fragmentado, las encuestas electorales se han convertido en una ciencia cada vez más necesaria, porque "ya no se trata de ver quién va a ganar entre dos partidos de gobierno", sino "quién puede gobernar". Y para eso, para averiguar cuáles son las mayorías, "hace falta afinar mucho las muestras, elegir bien la ficha técnica", opina Gonzalo Adán, director de SocioMétrica, "y trabajar más con las tendencias que con los datos estáticos".
Es por esta razón por la que la llegada de un nuevo actor -y de qué manera- al tablero político supone un cambio en el ecosistema que hace falta estudiar a fondo. Este lunes se ha celebrado el primer Taller de demoscopia electoral en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid. A él han acudido como ponentes el propio Adán y Narciso Michavila, presidente de GAD3 junto a Sara Morais, una de las investigadoras jefe de este último instituto.
Las charlas han versado sobre los métodos que utiliza cada una de las empresas demoscópicas para tratar de "acertar", además de incluir veladas y explícitas críticas al rumbo que ha tomado el CIS desde que lo preside José Félix Tezanos, sociólogo que formaba parte de la Ejecutiva del PSOE y cuyas encuestas, desde que tomó el mando en el instituto público a la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, han sido rebatidas por su "sesgo" en los métodos favorable a los socialistas.
Y la clave para acertar es identificar bien cuándo equilibrar los datos, basándose en parámetros como el lugar de residencia, los estudios, la situación laboral, los ingresos, a quién y cómo atribuir los indecisos... y cómo ponderar por recuerdo de voto. Lo que en el caso de Vox es "prácticamente imposible", dada su incidencia casi irrelevante en todas las citas electorales hasta las autonómicas andaluzas.
Adán y Michavila han coincidido, en todo caso, en que "los votos de Vox y los de Podemos son los más fáciles de predecir". Es decir, que dada su posición al extremo cada uno del espectro electoral, "con un buen muestreo de inicio", la coincidencia entre la intención de voto directo y el resultado final en urna tiene desvíos "muy pequeños". En todo caso, inferiores al +/-2% que se considera aceptable en esta "ciencia", como han bautizado a su trabajo.
No pasa así con Ciudadanos, "un partido que, por estar al centro, está más expuesto a los grandes acontecimientos que marcan la percepción política" de los electores. "Es el partido más difícil", confiesan los expertos, porque compite con dos. Uno a su izquierda, el PSOE, y otro a su derecha, el PP. Y esto es lo que le está pasando a los populares desde la irrupción de Vox como un player influyente.
Por esta razón, un dato con el que trabaja SocioMétrica para entender los flujos de voto es el del techo electoral de cada partido, que calcula midiendo a sus odiadores. Por supuesto, las preguntas de los encuestadores no los llaman así, lo que buscan es saber "a qué partido usted no votaría en ningún caso". Y con Vox este dato ronda el 80%, lo que pondría su techo máximo en el 20% del cuerpo electoral.
La respuesta de los de Abascal
La dirección de Vox, a todo esto, niega que tengan tantos odiadores. "Al contrario", responden fuentes de la dirección, "nuestras ideas son de absoluto sentido común". De hecho, dan por descontado que sus 100 propuestas "serán mayoritarias" y ocuparán todo el espacio electoral del centro derecha en poco tiempo. "Lo que pasa es que nosotros huimos de esas etiquetas", añaden.
Los expertos, en todo caso, creen que ese 20% máximo que le atribuyen a Vox en el mejor de los casos -"si consiguen captar en algún momento todo ese público"- es ya una cifra altísima, con la que se puede gobernar, incluso: "Es lo que nos dan los sondeos que tiene el PP ahora mismo de intención de voto", recuerdan.
Y es que en un escenario tan fragmentado la clave no está tanto en ganar como en tener la sartén por el mango en las negociaciones poselectorales. "Los periodistas ya no nos pedís quién ganará", explica Michavila, "sino quién gobernará". En las últimas elecciones generales, sólo el PP de Mariano Rajoy superó esa horquilla, con un 33%. Y según el último sondeo de SocioMetrica para EL ESPAÑOL, los cuatro grandes partidos se mueven en ese escalón. (PSOE: 22,4%; Cs: 18,5%; PP: 18,3%; UP: 17,1%), con Vox ya en el 12,5% de intención de voto. "Ese 20% puede dar hasta 70 escaños", apunta Adán, y "eso ya es mucho".
Pero el experto de la empresa demoscópica con la que trabaja este periódico recuerda que el techo que le otorga al partido de Santiago Abascal es “móvil”, va cambiando conforme a los grandes acontecimientos, por ejemplo convención PP. Y aunque el discurso de Pablo Casado admiten en la sede de Vox que tiene cosas que les gustan, "sólo podemos decir que ha llegado tarde". Y concluyen recordando por qué dicen que serán "mayoritarios": Su cifra de afiliados alcanzó este lunes los 30.000 y crecen a razón de "unos 400 al día".