Hubo un tiempo en el que Pablo Iglesias se permitió opinar que la mera existencia de medios de comunicación de titularidad privada "ataca la libertad de expresión". Hoy quiere ser Jorge Javier Vázquez, y ya tiene tres programas en la tele: entrevistas, política y cine, todo en clave política.
El silogismo de aquel día, de tan burdo, se le volvió en contra de inmediato, pero claro, era noviembre de 2013 y aquella entrevista en Galiza Ano Cero quizá la vieron sus amigos y los productores del programa. Poco más.
Sí se le vino encima en cuanto los medios de comunicación, tras sus cinco diputados en las elecciones europeas de mayo de 2014, descubrieron que cualquier tema con "Podemos" o "Iglesias" en el título subía la audiencia como la espuma. "El peligroso rojo de la coleta nos quiere colectivizar..." y tal. Pero ahora, probablemente el secretario general haya decidido -como con Venezuela- dejar de estar de acuerdo consigo mismo. Al menos con la tesis de la que partía su silogismo: "Desde que un derecho como la libertad de expresión es gestionado por manos privadas pasa a ser un privilegio".
Pablo Iglesias, secretario general de Podemos -tercer partido político de España por representación-, candidato proclamado a presidente del Gobierno, y socio preferente del actual jefe del Ejecutivo, es presentador y director no de uno, ni de dos, sino de tres espacios televisivos. A saber: Fort Apache y Spoilers, en la cadena HispanTV, y Otra vuelta de tuerka, en la casa de la productora Mediapro.
Todo hay que decirlo. Nexo Latino HispanTV no puede considerarse un medio de capital privado, a pesar de operar en España con una productora (Global Media 360) y bajo los auspicios de una empresa -Producciones Audiovisuales HispanTV SL- con administrador único, que responde al nombre de Mahmoud Alidazeh Azimi, y es hombre del régimen de los ayatolás.
La TV de los ayatolás
De hecho, el mismo Mahmoud Ahmadineyad, primer ministro entonces de la República Islámica, fue quien inauguró en enero de 2012 la cadena, que se dirige a todos los países con población de habla hispana. Incluido Estados Unidos. Evidentemente, la televisión impulsada por un Estado más teocrático que democrático busca expandir un mensaje favorable a las tesis ideológicas de Irán. Del mismo modo que Al Arabiya lo hace en la acera saudí de enfrente, o RT canta las glorias del presidente ruso Vladimir Putin.
Un sesgo mucho más reconocible para el público español es el de la tertulia política que conduce Iglesias en HispanTV. Antes de irse de baja paternal, el líder de Podemos moderó su último debate en Fort Apache con un elenco de tertulianos de su propio partido, analistas y periodistas que repasaron el curso político 2018 con todos los matices... de la izquierda a la izquierda del PSOE.
Ahora, en plena baja de paternidad, Iglesias acaba de estrenar un nuevo programa, Spoilers, que analiza la vida política a través del cine y las series de televisión. El espacio se dejó grabado antes del nacimiento de los mellizos, de hecho, con la presencia de Irene Montero como una de las participantes en el análisis del racismo en el cine estadounidense. Junto a la portavoz parlamentaria acudieron Pedro Vallín, periodista y crítico de La Vanguardia, y el concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata, a la sazón guionista.
Durante los meses de permiso de Iglesias por haber sido padre de mellizos, el conductor de Fort Apache ha pasado a ser su fiel Juan Carlos Monedero, único de los fundadores del partido que queda a su lado... aunque fuera de la dirección de Podemos.
Su otra actividad televisiva la ejerce para la española Mediapro, del magnate Jaume Roures, dueño de los derechos de emisión de la Liga de Fútbol y productor de cine, entre otros negocios. Otra vuelta de tuerka, un programa de entrevistas de una hora semanal a periodistas, escritores, politólogos.., y se emite en Público TV.
El caso es que hoy Pablo Iglesias, como Jorge Javier, copa las antenas. Y según su propia declaración de bienes, cobra casi lo mismo en su condición de autónomo "autor y presentador de televisión" (41.211,41 euros) que por su trabajo como representante de todos los españoles en el Congreso (48.748,64 euros).
Es más, el líder de Podemos pagó de IRPF 23.900,29 euros, o sea, el 80% de lo que debería haber cobrado según las normas del partido: 30.912 euros (el resultante de tres salarios mínimos en 14 pagas). Si de verdad se limitó a cobrar lo que dicen los estatutos, le quedaron 6.000 euros limpios para avalar el crédito del chalet... Eso sí es un privilegio.