Tres periodistas han leído este domingo el manifiesto "por la unidad de españa, elecciones ya" en el escenario habilitado en la plaza de Colón. Han sido Carlos Cuesta, María Claver y Albert Castillón. Cuesta ha explicado las razones por las que los políticos convocantes no han querido ser ellos los que lo leyeran, "porque conocen las diferentes sensibilidades de los que estáis aquí", ha dicho, "y quieren dejar claro que aquí sólo nos une la bandera de España".
María Claver, por su parte, ha desglosado en su intervención las "traiciones" y "cesiones del Gobierno de Pedro Sánchez ante los separatistas que quieren romper nuestra convivencia". El texto, siempre en primera persona del plural y sin referencias partidistas, ha unido a todos los asistentes: "Queremos manifestar nuestro más enérgico rechazo a la traición del Gobierno de España en Cataluña".
En ese momento las decenas de miles de concurrentes a la concentración han comenzado a gritar "¡Puigdemont a prisión!".
Claver ha continuado leyendo el manifiesto [léalo aquí completo] acusando al Ejecutivo socialista: "Tras meses de constantes cesiones intolerables y a pocas horas de que el Tribunal Supremo empiece a juzgar a los que trataron de romper el orden constitucional, el Gobierno de Pedro Sánchez dio una puñalada por la espalda a la ley y a la Justicia, aceptando las exigencias impuestas por el presidente de la Generalitat. Sánchez ha cedido al chantaje de los que quieren romper la convivencia y ha cedido la dignidad de los españoles por permanecer en el poder".
El manifiesto ha desglosado todas las cesiones del Gobierno al independentismo:
"Sánchez cedió al recibir con lazo amarillo a Torra en Moncloa; cedió al trasladar a los políticos presos a la cárcel de Lledoners; cedió al aceptar la bilateralidad entre iguales en Pedralbes; cedió al torcer el criterio jurídico de la abogacía del Estado ante el juicio del Supremo; cedió al aceptar las 21 exigencias del secesionismo; cedió al ofrecer la soberanía nacional a cambio de sus Presupuestos; cedió al permitir el mediador, relator o cualquier nombre que le dieran; cedió en cada ocasión en que debería haber defendido la dignidad de los españoles ante los que quieren acabar con nuestra democracia y orden constitucional".
El manifiesto continuaba haciendo repaso de las consecuencias de estas cesiones: "Son la renuncia del Gobierno a cumplir su obligación de guardar y hacer guardar la Constitución, la unidad nacional y garantizar los derechos y libertades de todos los españoles".
El orden constitucional español, según el manifiesto, se encuentra "ante uno de los mayores retos desde su promulgación". Y es que, "en pleno aniversario del texto constitucional, nos hallamos ante la inaudita situación de que un Gobierno ha puesto en riesgo su vigencia. No renunciaremos a ella, pues está basada en la igualdad ante la ley, la libertad y la solidaridad".
Y ha hecho un homenaje a las generaciones de españoles que participaron del proceso constitucional: "Miles de españoles se esforzaron por entenderse y nos legaron una de las democracias plenas que existen en el mundo". Además, ha pedido que se respete ese legado: "Por respeto a esas generaciones, a la legalidad y al compromiso de seguir construyendo un país en libertad estamos aquí en Colón por España constitucional, unida y en libertad".
Castillón y las conclusiones
El tercer periodista que leía parte del manifiesto ha descrito el "hartazgo de la inmensa mayoría de españoles ante la deriva suicida de Pedro Sánchez". Y ha expresado el "compromiso con la unidad española, que es patria de todos, en la que a nadie se le discrimina por cómo piensa o a quién vote".
Así, ha leído las proposiciones del manifiesto: "Rechazamos que se ponga en peligro la integridad territorial, que se construyó sobre el acuerdo de muchos para un proyecto común, nacional, respondiendo a una realidad histórica de siglos ha dado lugar al país en que vivimos y amamos".
"Reivindicamos que la soberanía nacional pertenece al conjunto del pueblo español. Es el pueblo y sólo el pueblo el que tiene en su mano la decisión de su futurpo. Al pueblo pertenene y es el pueblo el dueño de su destino". De este modo, Castillón ha explicado que "nadie más está legitimado para decidir qué es España o qué puede ser. Ningún Gobierno está legitimado a negociar con la soberanía nacional, sino a guardar y hacer guardar la Constitución".
"Defendemos la constitución de 1978 como marco de convivencia y garantía de la democracia". El texto constitucional "no exige renuncias ideológicas o intelectuale, sino que todos los españoles pueden pensar lo que consideren", pero, eso sí, "no ampara lo que ponga en juego el propio marco de la Constitución". Y es que "dentro todo tiene cabida, fuera nada es ni será aceptable".
"Afirmamos la vigencia del Estado de derecho como garantía de las libertades individuales, que no puede ser puesto en cuestión ni a negociación, ni menos quebrado por los que actúan contra la ley".
"Manifestamos la igualdad de todos los españoles ante la ley, y la solidaridad entre todas las CCAA. Nadie está por encima de nadie, somos iguales en derechos y deberes.
"Afirmamos a las puerta del juicio nuestro compromiso con la Justicia, y el apoyo cerrado a los jueces, que llevan meses sufriendo la presión independentista". Porque los reunidos "le dicen al Gobierno que no estamos dispuestos a tolerar más triaciones ni concesiones".
Y así, para concluir, el texto concluye que "frente a los que quieren destruir nuestra patria, los asistentes dicen alto y claro que la unidad nacional no se negocia".
"Exigimos al presidente la convocatoria inmediata de elecciones generales para que todos los españoles puedan decidir su futuro. ¡Viva la Constitución! ¡Viva España!".