Ya circulan por las oficinas de correos. Son paquetes cuadrados, de color amarillo. En el remite pone: "Apadrina un independentista". Dentro, una bandera de España de dimensión considerable. También, una carta que explica las raíces y razones de esta plataforma que pretende inundar de enseñas nacionales las sedes del separatismo.
"Por cada bandera de España que compres, enviamos otra a una entidad manifiestamente independentista", se promociona esta asociación de patronos anónimos. En su manifiesto, se dicen cansados de que "el español de a pie esté sentado". Se dirigen a todos aquellos que, por culpa de los quehaceres diarios, no se hacen notar "de una forma tan ruidosa como los separatistas", que sí "dedican tiempo a invadir las calles con sus símbolos".
El mecanismo, según indican, es sencillo. El usuario compra una bandera, que luego recibe a domicilio. Por el mismo precio, la asociación envía otra a una sede partidaria de la independencia de Cataluña -tienen catalogadas decenas de ellas-. El cliente puede, además, indicar un mensaje para que sea introducido en el sobre camino del secesionismo. "Siempre que no haya insultos y sea de carácter constructivo", advierten.
La tarifa más barata es de 9,99 euros. Por ese precio uno puede adquirir su bandera y enviar otra a los separatistas. Por 19 euros, se compran dos banderas propias y se destinan otras dos a sedes independentistas -ayuntamientos, asociaciones...-. Con 99 euros, uno se queda con diez enseñas y "dona" quince. Por 25.000, los fundadores se ofrecen a ir al Parlament, a Bélgica y a la cárcel para entregarlas en mano a los políticos nacionalistas al grito de "¡apadrinado!". ¿Y por medio millón? "Crearíamos la bandera de España más grande del mundo y se financiarían otras 25.000".
"Estamos orgullosos de nuestro país y de sus símbolos constitucionales. Demostraremos que somos una mayoría abrumadora y que, juntos, tenemos mucha más fuerza que ellos. También somos capaces de hacernos notar", celebran.
Además del movimiento en redes sociales, también venden camisetas y regalan carnés de "padrino" y "madrina" a todos aquellos que arropan con sus banderas a un independentista.
Los promotores mencionan, en definitiva, que se trata de ofrecer "una oportunidad para manifestarse de forma sencilla, fácil y respetuosa". Aseguran que no buscan obtener un beneficio económico, sino "fomentar el sentimiento y el orgullo de ser español". Hablan de "hacer un poco el canelo" y generar "ruido para contrarrestar el constante 'machaqueo' independentista".
"Rompamos una dinámica según la cual parece que ellos son los únicos interesados en defender con vehemencia sus ideas. Demostrémosles que están equivocados y que amamos a España", animan en sus mensajes.