El grueso de la Ejecutiva de Ciudadanos quiere a Inés Arrimadas en las listas para las próximas elecciones generales. Son muchos los que conciben su tándem con Rivera como un "factor imprescindible" para concurrir a la cita con posibilidades de gobernar. Hace ya varios meses que la dirección naranja anunció un cambio de estrategia: dejar de ser bisagra y mirar a La Moncloa.
"La decisión está en manos de Inés, pero el primer paso lo ha dado Madrid", reseñan en su entorno. El martes que viene finalizará el plazo para la inscripción de candidatos a las primarias. Un sendero que Arrimadas deberá transitar si quiere encabezar la circunscripción barcelonesa, lo que no supondrá obstáculo alguno. Juan Carlos Girauta, que actualmente ostenta ese puesto, ya le ha allanado el camino: él concurrirá por Toledo.
"Ojalá sea así", responden dos dirigentes de peso cuando se les pregunta por la mudanza madrileña de Arrimadas. Delante del micro, durante un acto en Málaga celebrado este jueves, el líder de los liberales se limitó a describir a su compañera como "la mujer más valiente e importante de la política española" y apuntó a las primarias como clave en la ecuación. No fue más allá, pero tampoco lo desmintió.
Hay algo claro: la negociación no está siguiendo un cauce de partido. Ni siquiera se ha comentado en la Ejecutiva nacional. Por supuesto, tampoco en la autonómica. "De eso no se está hablando", describen varios de sus integrantes.
El trabajo de Arrimadas es, hasta el día de hoy, la única prueba tangible de que Ciudadanos puede ganar unas elecciones importantes. Con el veto al PSOE para los pactos posteriores a los comicios de abril, los liberales también pretenden ilustrar una lucha de tú a tú contra el bipartidismo. Una batalla que no tiene sentido librar -sostienen los partidarios del desembarco de Arrimadas en la capital- sin exprimir todos los activos.
"No habría ningún problema de bicefalia o malos rollos", coinciden quienes trabajan al lado de uno y otro líder. En definitiva: Rivera quiere a Arrimadas en el Congreso y ella "no ve con malos ojos" este movimiento. De hecho, varios diputados de Ciudadanos presumen de la solidez de su estructura y la colocan en el espejo de Podemos: "Aquí no pasan estas cosas".
Este jueves el presidente de Ciudadanos trabajó entre Málaga y Madrid. Arrimadas estuvo en Barcelona. Más allá de las llamadas de tono confidencial, tampoco hay reuniones concertadas para este viernes. "Esa decisión no quedará sellada por teléfono", explican ambos equipos. El sábado, Rivera y Arrimadas se verán las caras sí o sí, ya que compartirán acto de precampaña en la Plaza de la Villa de la capital.
El coste de oportunidad
Tal y como ha contrastado este diario, la operación Arrimadas no genera resistencias en Madrid, pero sí en Barcelona. Los artículos publicados por varios medios a lo largo de esta semana inquietan a concejales y diputados catalanes. Desde su nombramiento como número uno, el trabajo de la formación allí ha girado en torno a ella.
"No sabemos qué pasará, pero no podemos descabezar el partido en un territorio tan delicado. Cataluña es importantísima para Ciudadanos", confiesa un importante cargo de los naranjas.