Pablo Casado lleva semanas repitiendo su mantra: "Los que fuimos juntos a Colón no deberíamos ir separados al Parlamento". Lo repitió, de manera elaborada, en la entrevista que concedió a EL ESPAÑOL este fin de semana. Y es que la dispersión del voto del centro derecha, según la versión del PP favorecerá al PSOE por mor de la Ley Electoral.
El sistema d'Hont de reparto de escaños opera de una manera bastante proporcional castigando sólo a las fuerzas más pequeñas en circunscripciones más grandes pero en provincias más pequeñas machaca las opciones de cualquiera que no sea una de las dos fuerzas más votadas. Según este cálculo, se hizo viral este martes un mapa a modo de guía del PP para no desperdigar el voto constitucionalista con vista al 28-A.
Pretende esta teoría que los votantes que quieran evitar un nuevo Gobierno de Pedro Sánchez -al que tanto PP, como Cs y Vox califican de "fuera del constitucionalismo"- elijan votar a Pablo Casado por encima de la lista de Albert Rivera en 17 provincias. E incluso que no voten en ningún caso a Santiago Abascal salvo en 12 circunscripciones.
Y es que el mapa dice que en las provincias que reparten de 1 a 4 escaños los electores deben votar sólo al PP. En las que entregan desde 5 hasta 7, se puede optar también por Ciudadanos. Pero que a nadie se le ocurra coger la papeleta de Vox en ninguna circunscripción que no aporte de 8 a 36 diputados.
Cinco partidos y los mismos escaños
Las elecciones generales del próximo 28 de abril son calificadas como las de la muerte definitiva del bipartidismo. Si en las últimas ocasiones ya eran cuatro las formaciones que peleaban por la primacía en el Congreso, en esta ocasión ya son cinco, con la incorporación brutal de Vox, que ya incluso sobrepasa a Podemos en algunas de las encuestas recién publicadas.
Este periódico publicaba el martes que la apuesta principal de Ciudadanos es Castilla y León, precisamente por ser una Comunidad Autónoma con nueve circunscripciones muy pequeñas, que no reparten más que 3,4 escaños por provincia. "En estas plazas pasar de cuarto partido a segundo se juega en muy pocos miles de votos", explicaba una fuente interna del partido naranja, "y eso significó pasar de un escaño a nueve en las últimas generales", las del 26-J de 2016.
La diferencia entre porcentaje de votos y escaños asignados era muy visible, por ejemplo, en la última encuesta de SocioMétrica publicada por EL ESPAÑOL, el pasado 17 de febrero. En ella, Ciudadanos alcanzaba el sorpasso anhelado al PP en apoyos, con una décima más (18,7% frente a 18,6%), pero quedaba por detrás en escaños (65 contra 73).
Es más, el partido de Vox presentaba casi cuatro puntos menos que Unidos Podemos (11,8% contra 15,2%) y, sin embargo, rentabilizaba mucho mejor estos apoyos sumando sólo un escaño menos que los de Pablo Iglesias (40 frente a 41).
Por esta razón, la guía del PP, que va dirigida a los votantes -pues se comparte por las redes sociales advirtiendo de que "si el voto se desperdiga" gana los no constitucionalistas: el "PSOE de Sánchez", los "populistas" de Podemos y los "separatistas" catalanes- es también un mensaje a los partidos, una llamada desesperada a escuchar el mensaje de Casado sobre la "refundación del centro derecha".
El líder popular recuerda que "en 1986 se hizo sumando a los conservadores de AP con los centristas del PDP y los liberales de UL", y aun así se tardó una década en llegar a la Moncloa. ¿Preferiría que Cs y Vox ni se presentaran en esas provincias?