Una parte de la militancia de Ciudadanos en Castilla y León pensó que el fichaje de Silvia Clemente como precandidata a la presidencia de la región "era una broma". La Ejecutiva, Albert Rivera al frente, anunció el hallazgo como una muestra de "transversalidad". "Alojamos el talento que huye del bipartidismo", presumió la dirección naranja. Pero un grueso de diputados y dirigentes se llevaron las manos a la cabeza. Clemente, toda una vida en la organización conservadora, dejó el PP sólo tres días antes de virar al centro. Lo hizo de portazo, sin aparente motivo ideológico, con adjetivos contra su ya exlíder, Alfonso Fernández Mañueco.
Silvia Clemente lo fue todo en el PP castellano: consejera de distintos ramos durante más de una década, presidenta de las Cortes... Alarmado por su fichaje, Francisco Igea, "el médico de Ciudadanos", decidió dar un paso al frente y oponer su propia candidatura, que ha cosechado el apoyo de Luis Garicano o Toni Roldán, los dos hombres que redactan el programa electoral del partido, artífices de las políticas económicas. Si Igea triunfa, habrá cristalizado la primera derrota interna de Rivera.
"Tenemos opciones reales de ganar, estamos metiendo a mucha gente en los actos", asegura el equipo de Igea. Según estas fuentes, este diputado -médico de profesión, diputado y diseñador de la "tarjeta sanitaria única" a la que tanta punta ha sacado Rivera- se reunió con la Ejecutiva y transmitió el siguiente mensaje: "Clemente empaña nuestro proyecto regenerador". Cuando vio que no había marcha atrás, comunicó que se postulaba.
El equipo de Igea percibe una notable diferencia entre la oferta a Clemente y las realizadas a Celestino Corbacho o Joan Mesquida: "Ellos dejaron su partido por una grave discrepancia ideológica. Ella, de repente, dijo adiós y apareció en Ciudadanos. Se fue por motivos internos, no encontraba su espacio". Igea, en rueda de prensa, llegó a definir la negociación para fichar a Clemente como "la versión poligonera de House of Cards".
En Castilla y León votarán entre el viernes y el sábado 1.500 afiliados, de los cuales alrededor de 400 son cargos electos. "Es probable que éstos apoyen a Clemente, somos conscientes de ello, pero tenemos muchas opciones. Una gran participación nos beneficiaría, seguro", resume un portavoz autorizado de la candidatura de Igea.
Impostado o no, el entusiasmo inicial por el fichaje de Clemente fue disminuyendo. "Estamos palpando que muchos se han dado cuenta de que esa propuesta es invendible. Parece un cálculo meramente político, querían un rostro conocido. Nos hemos presentado porque creemos que su victoria podría resultar letal", arguye el equipo de Igea.
Resulta llamativo que, en este caso, el adversario del aparato sea un miembro, hasta ahora, de la mayor confianza del propio aparato. Tanto Rivera como el grueso de la Ejecutiva definen a Igea como uno de sus parlamentarios más valiosos. Ha sido el responsable de los asuntos médicos y el cerebro de la tarjeta sanitaria única, una de las propuestas que más ha empleado el partido liberal para abrir un abismo con PP y PSOE.
Ciudadanos es uno de los partidos más centralizados del Congreso. Las crisis siempre se solucionan en la sede de la calle Alcalá y las decisiones polémicas, aunque desaten un debate previo, terminan con una votación unánime, como fue el caso del veto al PSOE. Esta vez, Garicano y Roldán, dos de los colaboradores imprescindibles de Rivera, estarán enfrente.
En una y otra candidatura, pronostican una competición limpia y auguran: "Esto es la prueba de que somos un partido libre y de que las primarias funcionan". "Francisco no quiere ser el capitán de una revuelta ni pretende abrir una brecha con esto", trasladan desde su entorno.