La pelea entre Podemos e Íñigo Errejon se recrudece mientras se complica la sopa de letras de las candidaturas del entorno morado. Mientras los del ex número dos de Pablo Iglesias siguen su camino -iniciado con la espantada inesperada el día del quinto cumpleaños del partido- el líder sigue sirviendo su venganza en plato frío desde la baja paternal. Mal que bien, está consiguiendo apuntalar las mismas alianzas a nivel nacional que en 2016, y tras la renqueante aprobación este lunes por las bases de IU de la confluencia a nivel nacional, ahora la formación de los círculos presenta el acuerdo de confluencia con Equo.
Curiosamente, hace un par de semanas era Errejón el que celebraba públicamente su pacto con los ecologistas, para concurrir en el Ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid conjuntamente. ¿El secreto de este galimatías? Que en Madrid hay que asegurar el puesto de Inés Sabanés -mano derecha de Manuela Carmena en Uribanismo y, sobre todo, el proyecto de cierre al tráfico de Madrid Central- y a nivel estatal, Juan López Urlade quiere apuntalar su escaño en el Congreso.
"Hay que sumar, tenemos que ir juntos para que el ecologismo político siga presente en el Congreso", ha dicho Uralde en la rueda de prensa, quien liderará la lista por Álava para asegurar su asiento en la Cámara Baja. Junto a él, su número dos Beatriz del Hoyo, y Pablo Echenique y Noelia Vera por Podemos.
Esa estrategia de sumar, unir, abrirse y demás sinónimos utilizados por las izquierdas para aglutinar a los movimientos sociales se está demostrando siempre subordinada al personalismo de cada uno de sus líderes. Como resultado, la desunión y un cruce de alianzas casi incomprensible para el elector.
"Galimatías" electoral
"Yo no soy personalmente partidario del galimatías de nombres", ha confesado Echenique, "pero no nos fue mal en las municipales de 2015, ganamos los Ayuntamientos del cambio", ha tratado de concluir. Sin embargo, nada ha dicho de que entonces no había competencia en el mismo espacio y ahora Errejón ha abierto una grave grieta que deja a Podemos como sexta fuerza según las encuestas en la Comunidad de Madrid, por detrás de PSOE, PP, Cs, Vox y Más Madrid.
Y es que Equo es de Errejon en Madrid, pero de Iglesias en el resto de España. Compromis fue de Iglesias hasta anteayer a nivel estatal, pero no en el ámbito regional... y ahora va por su cuenta en todas las listas. Ada Colau y sus Comuns han fagocitado todo Podemos en Cataluña, pero a cambio se le han escapado los "sobiranistes" que antes amparaba bajo su ala, que le hacen ojitos a la ERC de Junqueras.
Para seguir, IU es independiente en Asturias, pero Alberto Garzón se entrega a Iglesias para las generales. Y En Marea, que se convirtió en partido por obra y gracia del nacionalista gallego Luis Villares, se va con su nombre y sin diputados a ondear la bandera de la desunión... porque Yolanda Díaz y Antón Gómez Reino ya cierran en Galicia una confluencia por su parte.
La sopa de letras incomprensible sigue debilitando las expectativas electorales del llamado "espacio del cambio", pero Iglesias suele triunfar en las campañas electorales, y su llegada tras tres meses de barbecho, será sonada el próximo 23 de marzo... aunque en Podemos esperan lograr que no lo sea tanto por razones de su cartelón machote de "vuELve", sino con una estrategia clara de reivindicar que "Podemos es el único que no tiene deudas bancarias ni políticos en los consejos de administración del Ibex", como ha dicho Vera, sino "un compromiso con mejorar la vida de la gente".
Fuentes de la dirección admiten las zozobras: las bases de IU aprobaron este lunes la confluencia con el rechazo de un tercio de los votantes y Podemos no piensa someter los pactos a votación de los inscritos, "pero la clave está en lograr una comunicación que se centre en las medidas arrancadas a Pedro Sánchez". Por ahí caminará el mensaje del secretario general, cuyo gesto crispado y dialéctica poderosa está echando de menos Podemos.