Iglesias se desmarca de la marcha independentista de Madrid a la que sí convoca Ada Colau
Presiona a Podem para que no acuda este sábado a la manifestación impulsada por CatComú, la CUP, ERC, PDeCAT, Crida, Òmnium y ANC.
13 marzo, 2019 03:49En el acto de presentación estaba Jaume Asens, teniente alcalde del Ayuntamiento de Ada Colau en Barcelona, uno de los líderes de Catalunya en Comú y actual estrella emergente en el entorno de Podemos a nivel nacional -de hecho es el número uno por Barcelona para las generales-. Ellos convocaban la manifestación separatista de este 16-M en Madrid.
Es más, Asens fue entrevistado este fin de semana por Pablo Iglesias en uno de sus tres programas televisivos, Otra Vuelta de Tuerka, que emite en la web del diario Público. Ayudó a Toni Comín en su fuga y acompañó a Iglesias a Lledoners cuando visitó a Oriol Junqueras para negociar los Presupuestos Generales... Pero aunque es la mà dreta de Iglesias, el partido morado se ha desmarcado todo lo que ha podido de la marcha de este sábado 16 de marzo con la que los separatistas quieren madrilenyitzar el conflicte.
Aunque la confluencia de Iglesias en Cataluña sí está entre los convocantes, sus portavoces no eran capaces de contestar si finalmente iría a la manifestación. Sienten en el entorno morado que la convocatoria no es tanto por el supuesto derecho a decidir como a favor de la misma secesión de la comunidad autónoma. Sin embargo, los lemas son "La autodeterminación no es delito" y "No hay democracia sin derecho a decidir"... nada de independencia.
El pasado 7 de febrero, representantes de la CUP, Esquerra, PDeCAT, la ANC, Òmnium, Demòcrates, la Crida y de CatComú presentaron la manifestación, convocada a las 18.00 horas entre Atocha y Cibeles. Además de los políticos y las entidades sociales independentistas, estaban la periodista y expolítica Pilar Rahola y el productor televisivo Josep Maria Mainat.
Por Catalunya en Comú estaba aquel día ante el Palau Robert de Barcelona no sólo Asens, sino Joan Josep Nuet, integrante de la plataforma en su calidad de militante de Esquerra Unida i Alternativa -rama catalana de IU- y miembro de la Mesa del Parlament que dio curso a las leyes de desconexión y del referéndum en los fatídicos 6 y 7 de septiembre de 2017.
Cierto es que Nuet se abstuvo en aquellas votaciones, y que en noviembre de ese mismo año alegó ante el Tribunal Supremo que él no es "independentista" y que su coalición "no es ninguna de las que han puesto en marcha el llamado 'proceso a la independencia'", en el recurso que interpuso para que se inadmitiera la querella por rebelión que le había interpuesto la Fiscalía General del Estado.
Pero es precisamente esa abstención -no el voto en contra-, esa equidistancia, la que se vuelve ahora contra En Comú-Podem, la confluencia que aúna a la Catalunya en Comú de Ada Colau y al Podem que lidera -sin prácticamente visibilidad- Noelia Bail.
Huyendo de la pregunta
Mediada la semana que culmina el sábado en la marcha, nadie de la dirección contestaba oficialmente a la pregunta: "¿Podemos va a la manifestación?"... pero se sabía que no irá. Tampoco portavoces de Podem daban una contestación... se remitían a lo que dijera "la estatal". Y en la formación de Colau y Asens, a la cuestión directa de "¿En Comú va a la marcha de Madrid?", la respuesta era "no te puedo decir". Y si insistías: "Pero estabais entre los convocantes", la contestación seguía en el mismo tono: "En cuanto sepa algo, te digo".
Podemos no quiere ir, pero tampoco quiere en prensa el titular de que no va. Ése es el difícil equilibrio a mes y medio de las generales. Porque en las dos últimas convocatorias (diciembre de 2015 y junio de 2016), su confluencia fue la lista más votada en Cataluña.
El partido morado, y Pablo Iglesias por sí mismo, siempre se ha reivindicado como defensor del supuesto "derecho a decidir", aunque desde que el conflicto se enquistó con procesados, fugados y el Quim Torra del "apreteu" en la Generalitat, insiste en centrar su mensaje en el "diálogo".
Este mismo martes, la portavoz del partido, Noelia Vera, insistía en eso mismo, si bien criticaba la resolución de la Junta Electoral Central que obliga al Govern a retirar los lazos amarillos y las esteladas de los edificios públicos: "En un ambiente tan tensionado y politizado, con dos posturas incapaces de llegar a acuerdos, este tipo de cosas quizás no ayuden, sólo alienta los ánimos de los más radicales", dijo.
Que es Podemos el que vive en esta esquizofrenia lo demuestra que en el llamado "espacio del cambio", las posturas de otras formaciones están más claras. Su facción Anticapitalistas no sólo acude a la marcha, sino que la convoca, tal como confirmó a este periódico su portavoz Jaime Pastor, que había presentado la marcha horas antes en la cuna de Podemos, el teatro del Barrio de Lavapiés, en Madrid. Por su parte, Izquierda Unida confirmaba que no participará en la marcha.
Los de Iglesias huyen de la manifestación y de las preguntas, pero fuentes conocedoras de los procesos internos del partido morado aclaran que el problema puede radicar en los aliados que ha buscado Podemos para operar políticamente en Cataluña: "Asens siempre ha ido un poco por libre más comprometido con el derecho a decidir", apuntan.
Y el propio Asens lo corroboraba en su entrevista con Iglesias y cuando le preguntan en cualquier medio: "Si no estuviese en el Ayuntamiento, estaría haciendo de abogado de los presos políticos".