La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, aseguraba este viernes que la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos será el próximo 10 de junio. Un gran anuncio si no fuera porque es prácticamente imposible.
Carmen Calvo se colocó el cántaro de la Memoria Histórica a la cabeza, enfiló el camino hacia la fuente y, fantaseando con la cantidad de votos de izquierda que la promesa sumará al PSOE, se dejó dos importantes piedras en el camino: la decisión del Tribunal Supremo sobre las medidas cautelares solicitadas por la familia del dictador para evitar que éste sea desenterrado y la búsqueda de los descendientes porque sus restos vayan a la Almudena en caso de que la Justicia de la razón al Gobierno.
Calvo, hija de una lechera de la localidad de Cabra (Córdoba), debió aprender en la niñez el arte de vender. También el de "fiarlo tan largo", frase célebre del Burlador de Sevilla, porque en su empeño por sacar al dictador del lugar "donde sólo deben estar las víctimas de la Guerra Civil" se ha saltado obstáculos insalvables, de los que hacen que el cántaro se rompa. Y eso que el presidente del Gobierno ya tuvo un resbalón comprometiéndose con una fecha para la exhumación: "Os pillará trabajando", afirmó Pedro Sánchez en junio de 2018 anticipando que no pasaría el verano sin que ocurriera.
El abogado de los Franco: "Es imposible"
Para Luis Felipe Utrera Molina, abogado de la la familia Franco, es directamente "imposible" que los restos de Franco salgan del Valle de los Caídos el 10 de junio y entren en el cementerio de Mingorrubio (El Pardo) donde también se encuentran los de su mujer Carmen Polo. Recuerda que, en su recurso ante el Supremo, solicitaban las siguientes medidas cautelares: que el Gobierno no pudiera desenterrar a Franco hasta que el Tribunal decidiera y que se les diera más tiempo para elegir un sitio alternativo.
Utrera califica la decisión del Gobierno de "una vergüenza electoralista". En conversación con EL ESPAÑOL acusa a Calvo de mentir "de forma descarada con los restos de Franco como si fueran de dominio público". "En ningún momento la familia se ha desentendido de los restos de su abuelo como ha dicho la vicepresidenta. Han interpuesto los recursos necesarios para evitarlo". El abogado afirma que el Gobierno "quiere dar un golpe de efecto pero no puede hacer nada hasta que el Supremo se pronuncie sobre la petición de medidas cautelares".
Autorización eclesiástica
Para que el Gobierno lograra su objetivo, el Tribunal Supremo debería inadmitir el recurso de la familia y validar el veto del Gobierno al cementerio de la Almudena, el lugar elegido por la familia. Sólo así, el Gobierno podría elegir un lugar alternativo. Pero sería complicado que todos esos trámites se resuelvan antes del 10 de junio, y más difícil aún es que concluyan antes de que Sánchez y su equipo dejen el Gobierno.
El abogado de los Franco presume también de otros dos escollos que tendrá que superar el Gobierno: obtener autorización eclesiástica y licencia municipal de obras. "¿Qué quieren, que el 10 de junio el Gobierno de turno cometa un acto de prevaricación?", lanza el letrado, que también culpa al Gobierno de "no querer respetar los tiempos de la Justicia".