“Europa comenzó a morir en Sarajevo. Para mi generación ha ocupado el lugar de la guerra civil en España para la de mi padre”. El escritor, filósofo e intelectual francés Bernard-Henri Lévy regresa a su pasado como observador privilegiado del horror en la guerra de Bosnia para construir el punto de partida de Looking for Europe. La obra de teatro en la que, a modo de monólogo de urgencia, BHL quiere reflexionar sobre la oleada de populismos, extremismos y nacionalismos que amenaza al Viejo Continente.
Es precisamente una habitación de hotel en Sarajevo el único escenario que Lévy necesita para interpretar un alegato europeísta que está ya de gira por los principales teatros de las ciudades europeas y que la próxima semana llega a España con tres únicas representaciones en Valencia, Barcelona y Madrid. Aislado en las cuatro paredes de esa habitación de hotel, el intelectual debe enfrentarse al desafío del folio en blanco: tiene 90 minutos para escribir un discurso sobre Europa, un proyecto que “se está desmoronando ante nuestros ojos”, tal y como advertía en las páginas de este diario con el manifiesto Europa en llamas: el manifiesto de los patriotas europeos.
BHL, el humanista integral que reivindica cada vez que tiene ocasión que “escribe como piensa y piensa como escribe”, está además estos días asomándose al panorama mediático de nuestro país para “agitar conciencias y sacudir certezas”, como ha proclamado en una entrevista con El Cultural.
El intelectual francés aboga por una coalición de amplio espectro entre PSOE, PP y Ciudadanos para gobernar España y "poner en marcha las reformas que necesita el país" aislando así a Vox y a Podemos, dos partidos que ha asimilado en una entrevista este sábado en La Sexta Noche. Para Lévy, esta inédita alianza que no parece estar en los planes de ningún partido podría funcionar: "España iría bien".
El viernes ya sacudió la idiosincrasia de la mesa de debate político de El Programa de Ana Rosa, donde acudió invitado para presentar su Looking for Europe y charlar sobre la actualidad. “Puigdemont es un payaso y Torra su marioneta”, disparó cuando los tertulianos de siempre le preguntaron sobre su visión sobre el monotema catalán. “Pienso decirlo igual de claro en el teatro Coliseo de Barcelona el próximo día 25”, advirtió sobre la “farsa” del independentismo catalán.
"La enfermedad de Vox"
Tampoco se pone de perfil a la hora de abordar la irrupción de Vox en la cargada escena política española, plagada de elecciones, cálculos interesados y piruetas para maquillar los hipotéticos pactos de gobierno. “Vox va a ser el Le Pen español. Nosotros en Francia les tenemos desde hace 30 años, el papá y la hija, y son como una enfermedad”, defendió con solidez ante el periodista que rechazaba su paralelismo con Reagrupación Nacional.
Y es que BHL habla con conocimiento de causa. En su dilatada trayectoria de filósofo, novelista, autor teatral, reportero y hasta cineasta, ha defendido por tierra, mar y aire todo tipo de causas y ha tenido acceso a las más altas esferas del poder, que le escuchan y atienden con atención. Si hoy se mensajea con frecuencia con Emmanuel Macron, en el pasado tuvo hilo directo con Chirac o Sarkozy, al que asesoró directamente sobre la crisis en la Libia de Gadafi. También fue de los primeros en alertar de los peligros del antiguo Frente Nacional de Le Pen en la Francia de Miterrand.
Para el centro y la derecha de nuestro país, un mensaje cristalino. “Tengo un consejo, aquí tenéis una derecha sólida fruto de la Transición democrática. PP y Cs tienen que entender que Vox es un peligro mortal. El enemigo no es Sánchez, el verdadero enemigo de la derecha moderada es la ultraderecha. Siempre ha sido así. Fue verdad en Francia y en toda Europa hace un siglo y es verdad hoy aquí”, argumentó en Telecinco.
Contra el "terrorismo intelectual de los populismos" de todo pelaje del que alertaba en esta entrevista en EL ESPAÑOL, Lévy tiene una receta que predica siempre que puede en sus artículos e intervenciones en los medios de comunicación. Los únicos culpables en la era de los hechos alternativos y las fake news “no son sólo Trump y Putin” y nadie está a salvo de ser víctima de la desinformación. “Los periodistas tiene que volver a ser detectores de las mentiras y deben exhibir las fake news en un ‘hall of shame’ -galería de la vergüenza” para evitar que se propaguen. Para luchar contra este virus, propone además una coalición entre “intelectuales, periodistas e ingenieros” porque estos últimos tienen la clave para luchar contra la intoxicación informativa: “Hay gente muy buena que sabe lo que ocurre y que quiere reparar la situación" en Google, Facebook y otros gigantes de Internet.
También es muy severo con el populismo de izquierdas, representado ahora en nuestro país por Podemos. “Es lo mismo que Vox. Como Le Pen y Mélenchon, son dos gemelos. El mismo cuerpo populista caminando sobre dos piernas. Son dos versiones de un mismo paradigma”, describía en conversación con El Cultural.
En el monólogo interior y camaleónico de su Looking for Europe tiene espacio y tiempo para explayarse en su discurso de combate contra las “bestias negras” que amenazan al proyecto europeo. Ese que defiende con más pasión que hasta el más euroconvencido de los candidatos a las cruciales elecciones del próximo 26 de mayo.
Y lo hace con un puñado de propuestas concretas con las que más de un liberal podría discrepar. Sostiene, por ejemplo, que una renta básica universal a escala europea puede funcionar, tal y como defendía el candidato socialista galo -Benoît Hamon- en las últimas presidenciales. “No deberíamos permitir que ni una sola persona se quede tirada en la calle. Evitar situaciones degradantes mejora la imagen de Europa”, razona Lévy.
También es partidario de una “política económica expansiva que revierta en favor de los hogares y no de los bancos” y de una tributación específica para las grandes fortunas. “En Francia no funcionó porque las empresas se marchaban, pero si se aplicara en toda Europa, la cosa cambiaría”, argumenta. Convencido de que “se puede desdeñar a los eurófobos pero no a los euroescépticos de buena fe”, Lévy adaptará cada función de su tour a la actualidad y las circunstancias de la ciudad en la que represente su obra.
Además, Lévy incentiva la interactividad con el espectador que permite el teatro y permite que los asistentes realicen al autor preguntas que seleccionará y contestará durante la representación.
Con Boadella, contra Salvini
Ya lo está haciendo con destacado éxito en los escenarios por donde ha pasado. Llenó el Teatro Parenti de Milán para arrancar la gira y desafió directamente el matonismo del viceprimer ministro Salvini, que le acusó de ser un “consejero de Macron” que “debería preocuparse de lo que ocurre en Francia”. “Usted me invita a preocuparme de lo que pasa en mi país y yo le insto a interesarse por los crímenes de Putin, el que le financia, de la memoria de Italia que usted ha profanado. Hablemos. Ideología contra ideología”, despachó BHL.
Tampoco pasó desapercibido en Amsterdam el pasado miércoles. “El antepasado de Trump (vulgaridad, racismo, mezquindad) se llama Geert Wilders. Esta noche, tenemos una oportunidad en Amsterdam para recordar que este país es la patria del alma europea. Contra Wilders; Spinoza, Descartes, Rembrand, Erasmo de Rotterdam…”, lanzaba desde su cuenta de Twitter minutos antes de subir a las tablas del Koninklijk Theater Carré.
Las paradas en España de Looking for Europe prometen no esquivar la convulsa situación política que atraviesa nuestro país. En Valencia el próximo día 20 en el teatro Olympia, el intelectual galo ya ha adelantado que incorporará la situación de la capital del Turia porque “es uno de los territorios de la pelea de los independentistas”.
Y para la cita en el teatro Coliseum de Barcelona el próximo 25 de marzo guarda Lévy un arsenal de argumentos para agitar y convencer. Contará con el simbólico y destacado regreso de Albert Boadella a un escenario en Cataluña. La presencia de ambos sobre el escenario promete, como mínimo, sinceridad brutal. “Boadella representa a un catalán que ha comprado un hotel en Sarajevo, su personaje no para de importunar al mío tocándole las narices con los típicos argumentos independentistas”.
No en vano, el intelectual galo ha sido una de las voces más sólidas y severas que desde el exterior ha alertado de los peligros de “la deriva separatista”. Y como ha demostrado en otras ocasiones, no entra en sus planes achantarse. “El independentismo tiene un aire chavinista cercano a la xenofobia, como demuestran las declaraciones de Torra contra los catalanes que quieren hablar español. Es estúpido, triste y contrario a la esencia de la gran Cataluña”, ha dejado dicho. El huracán BHL está en España y el provocador profeta contra el populismo volverá a subir el telón: “Ojalá venga a vernos mucha gente que no esté de acuerdo con nosotros”.