El sello con el que Pablo Casado cerró la última convención del Partido Popular, el pasado mes de enero, ha quedado patente en la conformación de las listas para las próximas elecciones generales. El presidente ha querido apostar personalmente por unos y dejar caer a otros, aunque afirma que en "el PP cabemos todos".
Sin embargo, hay sonadas ausencias, ecos de otras épocas vividas en la sede nacional de Génova. Algunos se han ido motu proprio, a otros les han señalado la puerta de salida o se les ha ubicado lejos de la Cámara Baja. Celia Villalobos, Méndez de Vigo, Fátima Báñez, Fernando Martínez-Maillo, Rafael Hernando, Juan Ignacio Zoido, Carlos Floriano. Incluso la propia Soraya Sáenz de Santamaría. Ya no están.
Lo cierto es que dentro de las filas hay decisiones que no han terminado de sentar bien, pero Pablo Casado tiene perfectamente perfilado cómo quiere que sea su PP. Con su equipo tiene claro cómo arrancar con el casadismo. Está por ver si los votos acompañan.