Andrés Calamaro acaba de publicar una estrofa política que abraza a Vox y le rejonea a PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. "Me cuesta elegir entre estos cuatro muchachos", razona el artista argentino después de ver a Sánchez, Casado, Rivera e Iglesias en los debates de la tele. Dice que le representan más los "patriotas y reaccionarios" que los "moderados". Un guiño que los de Santiago Abascal ya han celebrado y aireado en sus redes sociales.
Calamaro, con estas palabras, se ha situado en la órbita de los vates del mundo de la cultura que han verbalizado su apoyo a Vox. Véase a Fernando Sánchez Dragó o a José Antonio Morante de la Puebla, a los que, por cierto, menciona en el texto, publicado en su cuenta de Facebook.
"Queridos ciudadanos de España y regiones", saluda el músico antes de volcar sobre el teclado unas palabras que ya han soliviantado a algunos de sus fans y enardecido a otros. "Mis valores los define mi voluntad, lo que no considero negociable", avisa.
A continuación, confiesa haber visto por lo menos uno de los debates y arremete contra los líderes de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos: "Estos cuatro políticos de oficio apenas ofrecen gestos progresistas (...) Me cuesta elegir entre estos muchachos (...) No me sirve para decidirme y votar, no por alguna de estas cuatro fuerzas que van a repartirse los presupuestos de las elecciones y la gestión del Estado".
Es entonces cuando abraza a Vox, aunque sin mencionar expresamente las siglas: "Prefiero el vértigo de los patriotas y reaccionarios, a su manera me representan más que los moderados. Ya perdimos mucho, más perdimos en Argentina que en España. Como me importa el bien común, me abstengo de apoyar a los candidatos presentados anoche en la televisión".
Calamaro revela algunos de sus "oráculos", entre los que incluye a sus amigos Sánchez Dragó y Morante, ambos voxeadores empedernidos: "Hay que saber interpretar lo que nos dicen (...) Para mí hablan más que los debates, en donde se tiran los trastos a la cabeza".
Dragó confirma el 'fichaje'
El propio Dragó, en conversación con este diario, confiesa la filia de su amigo Calamaro hacia Vox: "Yo he tenido algo que ver... Hemos hablado de esto. Ya somos tres, compañero, le dije. Él esta contento". El escritor, no obstante, aclara que Calamaro "no vota en España" y que la mayor parte de los mensajes que han cruzado se circunscriben a lo taurino.
Lo que quizá fue el culmen a una noche de trueno -Calamaro publicó su mensaje a las ocho de la mañana-, se ha convertido en una suerte de novela coral. Los amantes de su música le piden explicaciones... y él contesta.
"Creo poco en los partidos principales", arguye. Celebra -una vez más sobre Vox, aunque sin explicitarlo- la existencia de "una trinchera que avanza frente al status quo". Cuando a Calamaro le dicen que el proyecto de Abascal no es democracia, contesta: "Los partidos antidemocráticos no existen porque la democracia son los partidos".
Para el creador de "Estadio Azteca", "el fascismo asesino es otro escenario, son los africanos muertos en el mar y los focos coloniales en América Latina". Calamaro se dice "socialista, obrero y español", aunque desdeña todo lo que tenga que ver con Sánchez. Así habla de quienes votarán a Vox: "Lo hacen desconfiando de las izquierdas y las derechas (...) Son trabajadores que se despiertan al alba para llevar el género y vender verduras en el mercado seis días por semana".
A Calamaro no hay fan que lo convenza: Vox "no es fascismo". "Viví toda mi adolescencia en la dictadura militar, conozco el fascismo corporativo y sus socios civiles", narra.
El artista argentino se fía de los diputados de Abascal que figurarán en el Congreso la próxima legislatura: "No van a sublimar los símbolos del franquismo, ni enfrentarse con el género femenino o los migrantes porque formamos parte del proyecto llamado España".
El hombre que canta los "Crímenes perfectos" se atreve incluso a hacer una porra. Cree que el resultado de Vox será "histórico", pero que no alcanzará los "niveles de optimismo de algunos seguidores".