La sentencia de Tribunal Supremo contra 'La Manada' ha hecho extraños compañeros de argumento. Unos para celebrarlo y otros para criticarlo, a extrema izquierda y derecha coinciden los líderes en que el Tribunal Supremo se ha dejado llevar por las presiones feministas. Si este viernes, Pablo Iglesias felicitaba a "la lucha del movimiento feminista" por la sentencia -que crea jurisprudencia-, este sábado ha sido el juez Serrano, líder de Vox en Andalucía quien ha incidido en lo mismo: para él, la condena se ha basado en “una apreciación”, al entender que es lo único que ha llevado al tribunal a distinguir entre violación y agresión sexual.
Francisco Serrano considera que la sentencia del Tribunal Supremo que condena a 15 años de prisión por violación a los cinco miembros de 'La Manada' no se atiene tanto a los hechos probados como a apreciaciones influidas por la presión externa, al entender que es lo único que ha llevado al tribunal a distinguir entre violación y agresión sexual.
A través de su cuenta personal en Twitter, Serrano ha dicho que “se ha consolidado una reiterada doctrina jurisprudencial, según la cual resulta contrario al derecho al proceso con todas las garantías, que un órgano judicial conociendo a través de recurso condene a un absuelto en primera instancia o empeore su situación como consecuencia de una nueva fijación de los hechos probados”.
Una forma de actuar de los jueces “que encuentra su origen en la consideración de pruebas cuya correcta y adecuada apreciación exija necesariamente que se practiquen en presencia del órgano judicial que las valora”.
Para el responsable de la formación de extrema derecha, “la revocación por error en la prueba exige que la sentencia recurrida carezca de motivación y resulte incongruente y carezca de razonabilidad. Solo podría revocarse por infracción de normas sustantivas, entiendo que no antes sin oír a los acusados, para no causar indefensión”.
Serrando considera que “no se puede cambiar, alterar ni empeorar la sentencia condenatoria” y “nos volvemos a encontrar con una sentencia cargada de condicionantes mediáticos y políticos que acabará ante el Tribunal Constitucional. No es la primera vez ni será la última”, ha terminado.
"Turba feminista supremacista"
Horas más tarde, Serrano también ha publicado un escrito en Facebook donde ha apuntado que la sentencia le parece "gravísima" porque "altera todas las garantías constitucionales establecidas por la jurisprudencia en la materia", lo que a su juicio constata que "es una sentencia dictada por la turba feminista supremacista".
A partir de esta sentencia, ha continuado, "si una mujer dice sí pero en cualquier momento posterior dice no, inclusive varios días después, el denunciado será condenado a prisión por violación". "Hasta un gatillazo o no haber estado a la altura de lo esperado por la mujer, podría terminar con el impotente en prisión", ha añadido.
En su opinión, dicha situación es "gravísima" porque "es un torpedo directo contra la heterosexualidad, contra las relaciones libres entre hombres y mujeres. Más liberticidio progre".
"Nos encontramos ante la paradoja progre, en la cual la relación más segura entre un hombre y una mujer, será únicamente a través de la prostitución", ha dicho concluyendo con que "desde ahora, la diferencia entre tener sexo gratis y pagando, es que gratis te puede salir más caro".
Iglesias y Montero, 'de acuerdo'
Pero es que este viernes, una de las principales reacciones políticas a la noticia utilizaba el mismo argumento, en este caso para celebrar la sentencia: "Millones de mujeres dijeron en las calles #yosítecreo y por fin han sido escuchadas por la Justicia". Para Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, "esta victoria no habría sido posible sin la lucha del movimiento feminista".
A tenor de las palabras del dirigente -expresadas en un tuit-, los responsables del histórico fallo no actuaron guiados por los hechos o por su propio criterio sino por el clamor popular bajo la premisa de que no hubo abuso, sino violación, determinante -bajo su criterio- para inclinar la balanza del lado de lo segundo.
De la misma opinión era la portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Irene Montero, que valoró la actuación del Supremo en un vídeo: "Sin el movimiento feminista, sin el esfuerzo enorme de millones de mujeres que no han parado de gritar 'hermana, yo sí te creo', esta sentencia no sería posible".
"No hemos tenido un juicio justo"
La vista en la que se zanjó el caso este viernes, presidida por el magistrado Andrés Martínez Arrieta e integrada por Andrés Palomo, Ana Ferrer, Vicente Magro y Susana Polo -esta última, ponente-, tuvo uno de sus momentos centrales en el último intento del abogado de los acusados, Agustín Martínez Becerra, por rebajar la pena a sus clientes, lo que llevada adherido el cuestionamiento del propio proceso: "No hemos tenido un juicio justo, con todas las garantías".
En su exposición, el letrado ha pedido al tribunal que "remara contracorriente" y dictara "una resolución justa, por más que pueda considerarse por la opinión pública que no es así". Cuando conoció tal resolución, en la tarde de este viernes, expresó: "Es lo que toda la sociedad quería; que se haya hecho justicia es otra cosa".