El mensaje llegó alto y claro. Si ERC puede pactar con el PSOE, JxCAT también. La Diputación de Barcelona no es un premio menor gracias a su presupuesto de casi mil millones de euros, sus más de ochenta cargos de confianza y sus cuatro mil trabajadores, pero el Gordo en el escenario político catalán continúa siendo la Generalidad. Y JxCAT lanzó ayer un órdago que el diputado de ERC Gabriel Rufián leyó con claridad: si hay elecciones autonómicas y las gana ERC, JxCAT amenaza con darle la presidencia al PSC para que la hegemonía convergente en el bloque nacionalista no cambie de manos.
Con el pacto entre JxCAT y el PSC que ha puesto la presidencia de la Diputación de Barcelona en manos de la alcaldesa socialista de Hospitalet de Llobregat Núria Marín, el partido de Quim Torra y Carles Puigdemont ha soliviantado a ERC, a buena parte de los votantes separatistas, a Ciudadanos, al PP e incluso a los comunes, que preferían un pacto de los partidos de izquierdas. También a Celestino Corbacho, cuya pésima relación con Núria Marín es conocida y que debió entregarle la medalla y la vara de presidenta de la Diputación en su función de presidente de la Mesa de Edad de la institución.
En el exterior, a las puertas de la Diputación, unas cien personas pertenecientes en su mayoría al entorno de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) protestaban por lo que consideraban una traición de JxCAT. Los manifestantes corearon lemas como "11 de julio, ni olvido ni perdón" o "JxCAT y ERC, se nos acaba la paciencia". También gritos de "botiflers" y "traidores".
Los manifestantes jalearon sin embargo a Carles Puigdemont, al que consideran ajeno al pacto entre JxCAT y PSC, y del que hablaron como "legítimo presidente en el exilio". Sin embargo en ERC y en amplios sectores del nacionalismo ven la mano de Puigdemont tras este acuerdo y aseguran que JxCAT no darían ese paso sin una orden suya. ERC tiene 16 diputados en la corporación provincial, los mismos que el PSC, mientras que JxCAT es la tercera fuerza con 7.
Un mensaje para ERC
"JxCAT está enviando un mensaje claro a ERC", afirman fuentes cercanas al grupo parlamentario del PP en el Parlamento autonómico catalán. "Si ERC mariposea con el PSOE, JxCAT lo hará también con el PSC". En el grupo de Cs, la percepción era muy similar, aunque ponían el acento en el PSC más que en los partidos separatistas: "El PSC está demostrando que se venderá a quien haga falta para acumular poder en Cataluña. Les da igual JxCAT que ERC que la CUP que los comunes. Pero podría haber un segundo motivo, un pacto oculto relativo a los presos. No nos extrañaría nada".
De cara a los medios, los dos principales partidos separatistas han mantenido las formas e intentado mantener una cierta apariencia de unidad. En la práctica, el clima en la Diputación era calificado de "volcánico" por los presentes. En Twitter, la mayoría de las reacciones eran de estupor y de enfado por la decisión de JxCAT, especialmente en el seno y el entorno de ERC.
"Hay que continuar con esta exigencia y esta presión para que retomen una senda unitaria hacia la independencia", dijo la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, en referencia a JxCAT y ERC. "El pacto ha caído como un jarro de agua fría", añadió, aunque también pidió al independentismo "que no caiga en el desánimo".
En la práctica, cada vez son más las voces que piden que sea la sociedad civil, con la ANC y Òmnium Cultural a la cabeza, la que asuma el liderazgo del procés a causa del desencanto con los partidos tradicionales. Pero también es cada día más evidente la desmovilización de los separatistas, carentes por el momento de cualquier asomo de liderazgo político y programático claro.
ERC quería a un separatista
En el interior del edificio de la Diputación, la ya nueva presidenta pronunció un discurso conciliador y en el que llamó a superar las diferencias políticas mediante el diálogo. Tras el frío apretón de manos con Corbacho, Núria Marín fue felicitada por Teresa Cunillera, delegada del Gobierno, y José Montilla, expresidente autonómico catalán. Pilar Díaz, la alcaldesa socialista de Esplugues de Llobregat, negó por su parte que exista ningún pacto oculto con JxCAT: "El acuerdo tiene luces y taquígrafos", dijo. Los representantes de Cs cargaron, sin embargo, contra lo que consideran "un reparto de sillones".
Dionís Guiteras, de ERC, recordó que la suma de los votos de ERC, JxCAT y Tot per Terrassa hubiera dado la victoria a un candidato separatista. JxCAT, que según ERC tenía garantizada la presidencia si pactaba con ellos, alegó que para ello habrían hecho falta los votos de los comunes. Pero lo que es aún más significativo: según JxCAT, ERC ha respondido negativamente a su petición para que den marcha atrás a todos los pactos municipales en los que uno de los dos partidos ha sido desplazado del poder por un tercero.
Núria Marín compatibilizará su cargo de alcaldesa de Hospitalet de Llobregat con el de presidenta de la Diputación, como ya hizo precisamente el mismo Celestino Corbacho en su momento. Es la segunda mujer en ocupar el cargo.