Podemos está orgulloso de las autonomías en las que ha llegado a un pacto de gobierno de coalición con el PSOE y se pregunta por qué no puede "exportarse" ese entendimiento a Madrid. Este martes se ha cerrado definitivamente el acuerdo en Aragóin, precisamente con uno de los presidentes socialistas que menos prometían. "Si hay alguien del ala derecha en el PSOE es Javier Lambán", explica a este periódico una fuente de Podemos Aragón, "pero él ha entendido bien qué hay que hacer para montar un gobierno de coalición".
No como Pedro Sánchez, podrían añadir. Y de hecho, pasando a la conversación informal lo hacen. Aunque en el lado socialista, en el entorno de Lambán, recuerdan que "la clave está en que aquí sí había la amenaza de las derechas". De hecho, el presidente en funciones, que este miércoles sera investido con los votos de PSOE, Chunta, Podemos y PAR, se centró lo primero en negociar con el partido regionalista. "Es una formación que ha ido en coalición con el PP muchas veces, pero esta vez había una ventana abierta: no querían pactar con Vox, que quiere acabar con las autonomías", explican las citadas fuentes socialistas.
En el acuerdo de 132 medidas [léalo aquí completo] cerrado por las cuatro fuerzas "nos hemos dejado pelos todos en la gatera", explican desde ambos lados. De hecho, Podemos podrá regir una Consejería, la de Universidades e Innovación, aunque se hará cargo también de Medio Ambiente y Transición Ecológica, sin rango de gobierno "pero con las competencias".
A cambio, las medidas fiscales que comprende el pacto son mucho menos ambiciosas de lo que ellos querrían. Es más, el apartado fiscal del texto, sobre todo sus los puntos 69 y 70, parece de un gobierno de centro derecha: "Compromiso de mantener la presión fiscal en Aragón por debajo de la media española" o "el estudio de la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones".
Las cesiones
"Somos conscientes de nuestra fuerza", explica un miembro del equipo que ha participado en las negociaciones por el lado de la formación morada. Justo lo mismo que llevaba como bandera Iglesias a sus reuniones con Sánchez para limitarse a pedir mano en Trabajo, fiscalidad, medio ambiente y políticas sociales. Pero con Sánchez fue imposible. "Esto demuestra que cuando hay ganas de acuerdo, se puede hacer", decía este martes Maru Díaz, la candidata de Podemos, lanzando un misil desde Zaragoza hasta Moncloa.
Por su parte, el PAR ha rebajado sus peticiones más sesgadas a la derecha y ha aceptado un programa de gobierno con medidas muy progresistas en dependencia o juventud, pero marca un inequívoco matiz antiindependentista: regionalismo, sí; defensa de los intereses de Aragón, también; pero constitucionalismo inequívoco y militante, más allá de que Podemos defienda como partido los derechos de autodeterminación de Cataluña y País Vasco. Un gobierno que hace de la necesidad virtud, y es, según ha dicho Lambán en su discurso, "heterogéneo desde el punto de vista ideológico pero homogéneo en torno a la defensa del Estatuto".
Podemos y PSOE, en todo caso, presumen de haber tenido "total independencia de Madrid" a la hora de negociar, "no como las derechas, que hacían lo que se les decía desde Madrid".
Y los morados admiten que en esta ocasión, con sólo cinco diputados frente a los 14 de la anterior legislatura "era imprescindible entrar en el Consejo de Gobierno porque cuando le dimos los votos quedándonos fuera, Lambán pudo apuntarse como éxitos suyos todo lo que trabajamos nosotros". De hecho, ponen como ejemplo que la Chunta, que sí estaba en el Gobierno autonómico, sí pudo rentabilizar sus esfuerzos y ganó un diputado en las elecciones del 26-M.
El portavoz socialista en las Cortesde Aragón, Vicente Guillén, ha medido sus palabras al ser preguntado por los consejos que le daría a Pedro Sánchez, para copiar este acuerdo. Pero sí ha dicho que le consta -porque se lo ha transmitido al propio Lambán, con quien sí ha hablado- que el presidente en funciones siente "una gran satisfacción" por que se haya logrado este acuerdo en Aragón.
En este mismo sentido se ha pronunciado Díaz, la portavoz de Podemos, quien ha insistido en que si Sánchez se fijara en Aragón, vería "un buen ejemplo" de cómo se consigue un acuerdo, de cómo se negocia, respetando los tiempos, hablando y escuchando mucho y, al final, pudiendo presentar un acuerdo de investidura y de gobierno.