El Gobierno presidido por Pedro Sánchez envió una nueva oferta al barco humanitario Open Arms después de la negativa de viajar hasta Algeciras. Tras el ofrecimiento de poder desembarcar en “el puerto español más cercano” en Baleares, la oferta ha sido rechazada por la ONG española argumentando que la situación crítica que se vive en el barco le impide afrontar una travesía tan larga de algo más de tres días de navegación. El Open Arms insiste en desenmbarcar en la isla italiana de Lampedusa, a sólo 800 metros de donde se encuentra atracado.
El Open Arms ve "inviable" navegar hasta España en el estado actual, por estar demasiado lejos y por la tensión que se vive a bordo después de 17 días con los rescatados hacinados en la cubierta, una situación considerada "explosiva" por la tripulación, que se declaró el sábado "en estado de necesidad".
"No podemos poner en peligro la seguridad y la integridad física de los inmigrantes y de la tripulación. Necesitamos desembarcar ya”, aseguran desde la ONG. Proactiva Open Arms ha respondido al Gobierno que el barco no está en condiciones de viajar hasta un puerto español en condiciones de seguridad debido a la situación que se vive a bordo entre los 107 inmigrantes que desde hace 18 días se encuentran a bordo de la nave.
En el primer comunicado emitido por el Ejecutivo este domingo por la mañana, se afirmaba que Pedro Sánchez tomaba esta decisión "ante la negativa de Matteo Salvini a permitir su desembarco en Italia". "El presidente ha tomado esta decisión por la situación de emergencia que se vive a bordo, tras dos semanas de navegación. La inconcebible respuesta de las autoridades italianas, y en concreto de su ministro de Interior, Matteo Salvini, de cerrar todos sus puertos, y las dificultades expuestas por otros países del Mediterráneo Central, han llevado a España a liderar nuevamente la respuesta a una crisis humanitaria", rezaba el texto.
Ahora, el plan del Gobierno es que, una vez que los migrantes desembarquen en España, se proceda al reparto que ya fue pactado entre seis países europeos (España, Francia, Alemania, Portugal, Luxemburgo y Rumanía).
Multa de 901.000 euros
El barco de la ONG, que ya el sábado denunció que la situación estaba "fuera de control" y que la tripulación no podía garantizar "la seguridad de las personas a bordo", donde incluso se ha producido algún intento de suicidio. La organización espera que la presión interna haga finalmente mella en Matteo Salvini y el ministro del interior italiano ceda finalmente para abrir alguno de los puertos cercanos donde poder desembarcar.
A pesar de los ofrecimientos, el Ejecutivo español amenazó al capitán del buque de Proactiva Open Arms, el pasado 27 de junio, con multas de hasta 901.000 euros si persistían en su idea de retomar las labores de rescate de personas que están a la deriva en el mar Mediterráneo.
En la misiva, a la que tuvo acceso EL ESPAÑOL, el director general de la Marina Mercante, Benito Núñez Quintanilla aseguraba que "al buque le podrá ser ordenado su regreso a puerto español para hacer efectiva su paralización si persiste en su conducta de acometer operaciones de búsqueda y salvamento sin dar cumplimiento a lo exigido normativamente".
El Open Arms acumula demasiados días en el Mediterráneo, los últimos, por suerte, al abrigo de la isla de Lampedusa después de que un juzgado de la región italiana del Lazio le permitiese protegerse del temporal de olas de hasta tres metros en sus aguas territoriales. Una decisión que no gustó nada a Salvini, que este mismo sábado también tuvo que aceptar "contra de su voluntad" que los 27 menores que se encontraban en el barco desembarcasen en Lampedusa por una situación de emergencia humanitaria.
El Gobierno amenaza con actuar contra Italia
Ante esta negativa continua de Salvini, además de España otros cinco países europeos se han ofrecido a acoger a los migrantes del barco dentro de un reparto equitativo entre ellos. Se trata de Francia, Alemania, Rumanía, Portugal y Luxemburgo, aunque el acuerdo inicial únicamente habla del Open Arms y no trata nada sobre los 356 migrantes que se encuentran en idéntica situación a bordo del Ocean Viking, embarcación de la ONG Médicos sin Fronteras que ya ha expresado su voluntad de desembarcar en cualquier puerto europeo sin descartar la posibilidad de venir a España.
Desde el Ejecutivo español aseguran que si Salvini acepta desembarcar a las 107 personas en Lampedusa, en la próximas hora se produciría "el reparto de todos los emigrantes a bordo del Open Arms entre los países que así lo han acordado". En este sentido, el Gobierno ha advertido que actuará contra Italia ante la UE y ante otras instituciones si persiste la negativa de las autoridades italianas a autorizar el desembarco.
"Si en el plazo requerido por la gravedad de la situación reportada por el capitán del Open Arms, ninguna autoridad gubernativa o judicial italiana autoriza u ordena que se produzca ese desembarco, el gobierno español tomará las medidas oportunas para poner fin a esta situación", ha sentenciado en un comunicado.