El Open Arms lleva dos días a solo cinco millas de Lampedusa, pero aún no ha recibido la autorización del Gobierno italiano para desembarcar en sus puertos. La situación solo empeora. Tanto es así, que la ONG española ha solicitado la "evacuación urgente e inmediata de todas las personas a bordo".
Esta petición se ha llevado a cabo después de que un grupo de médicos y psicólogos de Emergency, una ONG independiente, haya realizado un informe en que se afirma que la situación del barco es "crítica y requiere de una inmediata intervención por parte de las autoridades competentes". Este informe advierte que si la evacuación no se produce pronto, "el precario estado psicológico" de los rescatados irá a peor.
En las últimas horas, ha habido varias amenazas de suicidio a bordo del barco. "La situación a bordo es insostenible", aseguran desde la propia ONG española. "Todas las personas están física y psicológicamente rotas. Al límite".
En las últimas horas, se han producido dos evacuaciones de urgencia por casos médicos urgentes. Aún quedan 134 personas atrapadas en el Open Arms, desde donde pueden ver el puerto que no pueden pisar.
A pesar de que seis países europeos, entre ellos España, se ofrecieron ayer para colaborar en el reparto de todos los rescatados, Matteo Salvini sigue insistiendo en que no volverán a abrirse los puertos. Para el ministro de Interior italiano, "la única 'inhumanidad' es la de quienes favorecen el asqueroso negocio de la inmigración ilegal".
Una solución que no llega
El miércoles un juez italiano dio la razón a la ONG española y tiró abajo el decreto de Salvini que prohibía la entrada en aguas italianas de cualquier embarcación humanitaria bajo amenaza de multas millonarias y la incautación del barco. La sentencia también dictaminaba la evacuación de las personas que se encontraban a bordo.
Fue entonces cuando el Open Arms decidió acercarse a la isla de Lampedusa para protegerse del temporal y esperar la asignación de un puerto donde desembarcar. Sin embargo, esa decisión aún no ha llegado. El desembarco depende en última instancia de la Guardia Costera de Italia, que a su vez controla el Ministerio del Interior encabezado por Salvini.
Óscar Camps, fundador de la ONG española, ha denunciado que la "reclusión forzada" a bordo del barco "incumple las reglas mínimas para el tratamiento de reclusos adoptadas por el primer congreso de las Naciones Unidas sobre el tratamiento del Delincuente". Camps ha asegurado que los migrantes que están en el Open Arms se encuentran "peor que delincuentes".
El fundador de Open Arms ha explicado que las autoridades italianas les están pidiendo informes individuales de todos los rescatados, algo que ha calificado de "maniobra maléfica y con mala intención para entrenernos aquí". "Estamos en completo desamparo ante la ejecución de la ley", ha sentenciado.
Discrepancias dentro del Gobierno italiano
Mientras se espera una solución, el Centro Nacional de Coordinación de Socorro Marítimo italiano, que depende del ministerio de Transporte, ha informado al resto de ministerios del Gobierno que no ve "ningún impedimento" para que el Open Arms atraque en Lampedusa. En ese comunicado, pide al resto de ministerios que se pronuncien.
Al frente del ministerio de Transporte está Danilo Toninelli, del Movimiento 5 Estrellas. Matteo Salvini, ministro del Interior, en cambio, es de la Liga Norte.