El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, ha insistido este viernes en su negativa a permitir el desembarco de los migrantes y refugiados que siguen a bordo del 'Open Arms'. "¿Reapertura de puertos? ¡No en mi nombre!", ha proclamado el líder de la Liga en Twitter.
Para Matteo Salvini, "la única 'inhumanidad' es la de quienes (...) favorecen el asqueroso negocio de la inmigración ilegal", horas después de que compañeros de Gobierno se mostrasen dispuestos a autorizar el atraque del 'Open Arms' por una cuestión de humanidad.
Salvini, que ha defendido su labor al frente del Ministerio del Interior, ha afirmado que no está dispuesto a autorizar la llegada de "miles" de personas ni a caer en "alusiones falsas al concepto de 'humanidad'. "Italia, levanta la cabeza", ha sentenciado.
Proactiva Open Arms ha solicitado un permiso urgente para desembarcar a los migrantes y refugiados que esperan a bordo, dos días después de entrar en aguas italianas gracias a un permiso judicial criticado por Salvini, que intentó en vano introducir una nueva prohibición contra el barco.
La autorización depende ahora de la prefectura de la provincia siciliana de Agrigento, que parece estar a la espera de las directrices que pueda marcar el Ministerio del Interior. La Fiscalía podría intervenir si entiende que la situación amenaza con complicarse o percibe que se comete un delito al no aplicar la resolución judicial que autorizó la entrada del 'Open Arms' en aguas italianas, según el diario 'La Repubblica'.
"La situación es muy crítica"
La ONG española Open Arms lamentó hoy que los 134 migrantes que quedan a bordo de la embarcación están muy nerviosos y resulta difícil mantener la situación bajo control, por lo que pidió una solución con urgencia.
La portavoz de la ONG española Open Arms en Italia, Veronica Alfonsi, explicó a Efe que "la situación es muy crítica" y recordó que en las últimas horas han sido evacuados de urgencia trece personas, al menos cinco de ellos por causas psicológicas.
"Es muy difícil mantener la situación bajo control. Las personas que todavía están dentro ven cómo ha habido otros que han sido evacuados y ellos no, y esto genera mucha agitación. Además, tienen miedo de que no sean acogidos y sean deportados a Libia", comentó.
Alfonsi subrayó que llevan quince días esperando una solución y que se sienten "aislados y esto no es tolerable".