Albert Rivera no levantará sus cartas hasta que se anuncien nuevas elecciones. Si llega ese supuesto, el presidente de Ciudadanos revelará su postura en torno a la coalición con Pablo Casado referida al Senado y al País Vasco. La “España Suma” en general, extendida a todas las circunscripciones, ya la ha descartado con vehemencia. “La corrupción resta”, ha trasladado como consigna a sus compañeros de dirección.
La “excepcionalidad” con la que Rivera viene describiendo el caso navarro -donde sí compartió listas con el PP- también enmarca al País Vasco y a la Cámara alta. En estos casos, las expectativas electorales de Ciudadanos no son buenas y, a tenor de todas las encuestas, el único remedio para “frenar al nacionalismo” pasa por una alianza apriorística. No obstante, los liberales todavía no han decidido. Exteriorizar esa postura ahora -sin saber siquiera si habrá repetición electoral- les traería más costes que beneficios. Así lo confirman fuentes autorizadas de la formación a este diario.
El Senado, a día de hoy, resulta clave para la aplicación del artículo 155. Y en Euskadi, la fragmentación del centro derecha redundó en más escaños para EH Bildu. Estas dos circunstancias, según ha contrastado este periódico, impiden que Rivera dé un “portazo categórico” a estas dos coaliciones.
Aplicada en un sentido global, la fórmula “España Suma” movilizaría a la izquierda y, a tenor del último sondeo de EL ESPAÑOL, suscitaría el fortalecimiento del PSOE y la caída del centro derecha. El presidente en funciones se aprovecharía del manido eslogan del “trifachito”. Por eso Rivera encuentra razones “ideológicas” y “pragmáticas” para desecharla: “Ofreceremos una propuesta liberal y reformista”. Pero en el Senado, la gran coalición daría la mayoría a los partidos que se oponen a Pedro Sánchez.
Según el último sondeo de SocioMétrica, una “España Suma” -PP, Ciudadanos y Vox- trasladada al Senado daría a la derecha entre 94 y 100 senadores frente a los 88-92 del PSOE. Concurriendo en solitario, Rivera se arriesga a perder todos sus escaños y a que Sánchez siga controlando la Cámara alta.
Los escaños que EH Bildu ganó in extremis al PP
En el País Vasco, PP, Ciudadanos y Vox no lograron ni un solo diputado por separado en las últimas elecciones generales. EH Bildu le arrebató un acta al PP en Álava por apenas 300 votos. Los 7.000 sufragios que obtuvo allí Rivera no sirvieron, por tanto, para “sumar”. En Vizcaya, aunque los abertzales abrieron más brecha con los constitucionalistas, sucedió otro tanto. En definitiva, “Euskadi Suma” podría rebajar la representación de EH Bildu en el Congreso de cuatro a dos diputados.
La evasiva en público -Rivera no dará respuesta hasta que no se confirme la repetición electoral- es más cómoda cuando la pregunta versa en torno al País Vasco. Allí, el líder del PP, Alfonso Alonso, dejó entrever la imposibilidad del acuerdo por la opinión de Ciudadanos acerca del fuero. “Son ellos los que lo han descartado antes de proponérnoslo”, desgrana un portavoz naranja. Aunque esta misma fuente reconoce que, si Casado lo pide, es “muy probable” que Alonso enmiende su discurso. Este mismo problema se daba en Navarra, pero Ciudadanos lo solventó pactando un texto con UPN, la formación foralista que lleva la voz cantante en la coalición.
Albert Rivera no contempla, en ningún caso, perder su marca en el Congreso de los Diputados. De momento, las encuestas y la actualidad le dan la razón. Los sondeos mencionados detectan que “España Suma” -tanto dejando fuera a Vox como incluyéndolo- sumaría menos escaños que el PSOE en solitario tras una hipotética repetición electoral. Además, poco después de entonar “la corrupción resta”, se produjeron las imputaciones de Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre.
Desde que Rivera explicitó su “no” inamovible a Pedro Sánchez, los expertos demoscópicos de Ciudadanos han detectado que la gran bolsa de indecisos se la juegan con el PP. De ahí que se mediten con calma las respuestas en relación a “España Suma”.
En público, los dirigentes de Ciudadanos vienen rechazando desde el principio la gran coalición para el Congreso. Pero cuando se les pregunta por País Vasco o el Senado adoptan cierta tibieza. Eso les permitirá anunciar su decisión sin bandazos en caso de que se anuncien nuevas elecciones.