Juan Marín canta flamenco. En concreto, Miguel Poveda. Lo hace libre de ataduras, con sentido del espectáculo, en un hotel cerca del Congreso de los Diputados. También canta una lista de ayuntamientos andaluces en los que Ciudadanos sí ha pactado con los socialistas. Se trata, según el vicepresidente de la Junta, de una prueba irrefutable: “Somos incompatibles con Pedro Sánchez, no con el PSOE”.
De verbo ágil y simpaticón, sanluqueño orgulloso, ha venido a Madrid para examinar con el Gobierno central algunas consecuencias del Brexit. Ya de noche, aprovecha para hacer repaso de los dos grandes asuntos en el candelero: qué significa gobernar en coalición y qué pasará con la Moncloa.
¿Le sonroja, como político, el toma y daca en el que han convertido los partidos la crisis de la listeriosis?
Lo que más me ha preocupado desde el principio, como es lógico, ha sido la atención a las personas afectadas por los productos contaminados. El Gobierno andaluz ha actuado con diligencia y rapidez, tanto en detectar el foco como en avisar al Ejecutivo central. Efectivamente, como usted dice, ha habido controversia entre las Administraciones. La ministra de Sanidad y el consejero en Andalucía lo han llevado bien, pero se ha dado cierta confrontación por ver quién es más culpable. Eso no ha dado una buena imagen de la clase política. Se podía haber llevado con mucha más normalidad y lealtad.
¿Qué aprende un Gobierno recién nacido, como el de Andalucía, de una situación como esta?
Los servicios sanitarios andaluces están muy preparados para afrontar emergencias. Hemos depositado mucha confianza en los profesionales. Muchos de ellos han renunciado a sus vacaciones para reincorporarse si fuera necesario. La atención a los ciudadanos es lo principal; el reparto de culpas, muy secundario. El brote ya está controlado.
Usted es pionero en los Ejecutivos de coalición. ¿Qué tal lleva compartir el poder con el Partido Popular? Me vienen a la cabeza muchas de sus estocadas a Moreno Bonilla.
¡El también me dio a mí! Esto es como el fútbol. Lo que sucede en el campo allí se queda. Hemos sido capaces de unir lo que algunos intentaron derribar, rodeando el parlamento antes incluso de que hubiera investidura. Decían que íbamos a ser un tsunami contra los servicios públicos y los derechos civiles. Eso ha quedado desmontado en cuanto hemos empezado a trabajar. Estamos abiertos al diálogo y al consenso. Cumpliremos con lo pactado. De los noventa puntos firmados entre PP y Cs, ocho meses después, ya se ha efectuado el 60%.
La ministra de Sanidad y el consejero en Andalucía han llevado bien la crisis de la listeriosis, pero se ha dado cierta confrontación por ver quién es más culpable.
¿Y de lo firmado con Vox?
De los 34 puntos, estamos en un 55% de cumplimiento.
Si usted pudiera, ¿incumpliría algo de lo firmado con Vox?
No. El acuerdo de investidura sólo vincula a PP y Vox. El mío tiene que ver con los presupuestos y voy a respetar esos 34 puntos. Si creo que no puedo cumplir algo, no lo firmo.
¿Tiene la sensación, ahora que ha conocido las tripas de la Administración, de que Andalucía está maltratada por el Gobierno central?
Creo que hay mucha deslealtad porque hay un Gobierno central de signo político distinto. Esto ha sucedido antes con Ejecutivos de uno y otro color político. Andalucía ha sido un granero de voto para PP y PSOE. Eso lo han utilizado para confrontar, lo que ha perjudicado a los andaluces. Le pongo un claro ejemplo: Montero, ahora ministra de Hacienda, me reprochaba que no la apoyara con la financiación autonómica. Hoy, defiende justo lo contrario. Andalucía está mal financiada, pero también otras Comunidades.
En términos de rentabilidad electoral, ¿qué es lo que más lastra al partido que vicepreside?
Absolutamente nada. Estamos muy faltos de madurez democrática cuando hablamos de gobiernos de coalición. Parece que se trata de salir más en la foto que el otro. Debemos dejar a un lado los egos para entender el trabajo que nos toca.
Algunos miembros de los gobiernos de coalición ya dicen: “Los logros son de quien preside y las culpas se comparten”.
No estoy de acuerdo. Lo que no compartimos PP y Ciudadanos está fuera de los acuerdos firmados. Pero en el Parlamento nos posicionamos de forma distinta en algunas ocasiones. Normal, somos dos partidos diferentes.
¿Es más de fiar Juanma Moreno que Susana Díaz?
Con Juanma tengo una gran confianza, estamos cumpliendo los compromisos. Cuando tenemos que hablar de algo, lo hacemos con claridad y nitidez. Con Susana no ocurría eso. Te tocaba charlar con sus segundos. Ella no aparecía. Los presupuestos, por ejemplo, los negociaba con María Jesús Montero.
¿Se sintió ninguneado por Díaz?
Me sentí… ¿cómo decirlo? Engañado. Me sentí engañado.
Pero, ¿le cogía el teléfono?
Sí, cogía, pero luego no participaba en los acuerdos. Creo que nunca le interesó el parlamento. En realidad, nunca me fié de ella.
Cuando gobernamos con el PP, exigimos que los imputados abandonen su cargo. Si se imputa a un miembro del Gobierno en Madrid, tendrá que dimitir.
¿Firmó un acuerdo de investidura sin fiarse de ella?
Los partidos llegaron a un acuerdo, con documentos de por medio. Respeté la posición de Ciudadanos.
¿Qué consejos les da a sus compañeros que acaban de empezar a gobernar en coalición con el PP?
Ellos están más que capacitados. Como para que yo les dé consejos… Aunque mi experiencia me dice que es importantísimo poner en marcha instrumentos que evalúen el cumplimiento de los acuerdos.
Para que no se la cuelen.
Es la única forma. Ni uno al otro, ni el otro al uno. Lo que le ha propuesto Sánchez a Iglesias, esa oficina de cumplimiento, es lo que fundamos nosotros.
Si Ciudadanos pacta directamente con el PP y, de forma externa, con Vox en todas las Comunidades, ¿por qué no una coalición previa?
Ha habido sitios en donde nuestros acuerdos han sido con el PSOE.
¿Ah, sí? ¿Dónde?
En muchos ayuntamientos de Andalucía.
Pero no en capitales ni en Comunidades.
Es que es muy difícil llegar a un acuerdo con este PSOE, que a su vez pacta con nacionalistas o incluso EH Bildu. No estamos en eso.
¿Usted cree realmente que Sánchez “pretende romper la unidad de los españoles”?
No sé lo que pretende el señor Sánchez. Una cosa es lo que dice y otra lo que hace. Mire a Navarra. María Chivite es presidenta gracias a Bildu. No es que no nos fiemos del PSOE, sino de Sánchez. Lo decimos por activa y por pasiva. Pero, repito, mire a Sanlucar, mi ciudad: gobernamos con el PSOE. O, ¿cómo ha sido alcalde de Sevilla el socialista Juan Espadas?
¿Por qué con Espadas sí y con Sánchez no?
Porque con Espadas te puedes sentar, hablar y luego fiarte de él. Cumple lo que dice. Con Sánchez es imposible.
¿Sánchez es constitucionalista?
Entiendo que sí. Es una persona con principios constitucionalistas, pero también egocéntrico. Sus intereses personales están por encima de esos principios. Muchos socialistas andaluces no comparten los acuerdos de Sánchez con los nacionalistas. Me consta que ellos no quieren el acuerdo con Iglesias. Ese querer ser presidente a cualquier precio le está llevando a esa deriva.
A pesar de ese “no” inamovible de Ciudadanos, usted entiende que Sánchez es constitucionalista. Usted gobierna en Andalucía gracias a Vox, que pretende abolir el Estado de las Autonomías recogido en la Carta Magna.
Vox votó un acuerdo en el que no se incumple ni un solo artículo de la Constitución. Otra cuestión es su posicionamiento ideológico.
“La corrupción resta” es la frase de argumentario con la que Ciudadanos descarta “España Suma”. Pero luego ustedes gobiernan con el PP. ¿La corrupción no resta después de las elecciones?
En absoluto. Cuando gobernamos con el PP, exigimos que los imputados abandonen su cargo. ¿Se refiere a la Comunidad de Madrid? Si se imputa a un miembro del Gobierno, tendrá que dimitir.
En su última campaña electoral, dijo que había que echar al PSOE porque llevaba muchas décadas al frente del Gobierno. En Madrid han hecho justo lo contrario: apuntar al PP, que precisamente manda desde hace décadas.
También apuntalamos al PSOE en Andalucía con los ERES y la corrupción en los tribunales.
¿Y eso le pesa a día de hoy?
Estoy orgulloso de esa etapa en la que fuimos capaces de ser útiles para los andaluces y sacar adelante muchas reformas. No había que echar al PSOE sólo porque llevara muchos años, sino porque teníamos la tasa de paro más alta, el fracaso escolar más alto, las listas de espera en Sanidad… Eso hizo que se votara el cambio.
¿Le inquieta que Ciudadanos haya hecho del PP su socio preferente teniendo en cuenta las sentencias que se avecinan?
Lo que me preocupa es que haya corruptos en la vida pública. Quiero que se enfrenten a los tribunales y paguen por lo que hayan hecho. A día de hoy, ningún responsable del Gobierno de Madrid está imputado. Tampoco los hubo en el anterior Ejecutivo andaluz, todos tuvieron que dimitir. Me siento orgulloso de haber contribuido a ello.
¿Sánchez es irrescatable?
No lo sé. Pero me temo que, salvo que cambie mucho, con nosotros no podrá pactar. Los aliados que Sánchez ha elegido son los que consideramos enemigos de este país. Es capaz de pactar con quienes reciben y enaltecen a los terroristas.
Si Sánchez reimprime el Pacto del Abrazo y se lo pone a Rivera sobre la mesa, ¿debería firmarlo?
La decisión de Ciudadanos es firme. Eso que usted dice no se va a producir.
¿Y si se produce?
No me entra en la cabeza. La hoja de ruta de Sánchez está clara.
Vox votó en Andalucía un acuerdo en el que no se incumple ni un solo artículo de la Constitución. Otra cuestión es su posicionamiento ideológico.
No será tan inverosímil si hay tantos pactos con el PSOE en los ayuntamientos andaluces que usted menciona.
Sánchez debe decir claramente que no va a llegar a acuerdos con nacionalistas, que aplicará el 155 si es necesario, que no habrá indulto para quienes dieron un golpe de Estado… En cualquier caso, Ciudadanos tiene 57 escaños gracias a su “no” a Pedro Sánchez. Eso es una realidad.
No me ha contestado a qué debería hacer Rivera si Sánchez reimprime el Pacto del Abrazo.
Es que es algo tan irreal…
¿Ciudadanos sigue siendo un partido de centro?
Lo tengo claro. Somos un proyecto de centro, liberal y progresista. ¿Dónde están los 14 escaños que perdió el PSOE en Andalucía? Nosotros subimos de 9 a 21.
Pero el “no inamovible” a Sánchez vino después.
El PSOE de Susana Díaz no tiene nada que ver con el de Sánchez.
¿Qué ha pasado para que Ciudadanos se torne incompatible con el PSOE pero compatible con Vox?
Ciudadanos es incompatible con el PSOE de Sánchez, no con el PSOE.
Y compatible con Vox.
Bueno, con Vox tenemos algunos acuerdos.
La utilidad de Ciudadanos, ateniéndonos a su nacimiento, es la lucha contra el nacionalismo. ¿No sería sentido de Estado pactar con el PSOE para arrastrarlo al centro y que España no dependa de los nacionalistas? Ustedes tienen la posibilidad de que el Gobierno no esté en manos del PNV, Torra y compañía.
También el PP tiene esa posibilidad.
Ya le haré esa pregunta a alguien del PP cuando lo entreviste.
Ciudadanos no es la única herramienta para que Sánchez sea presidente. Hay muchos escenarios, no sólo ese. Entiendo la pregunta porque existe esa posibilidad aritmética, pero el PSOE tendría que renunciar a toda su Historia: a todos esos acuerdos con los nacionalistas que le hicieron alcanzar el poder.
También firmó el PP ese tipo de acuerdos y usted gobierna con ellos en Andalucía.
Exactamente igual. Por eso siempre llegamos a acuerdos programáticos, y no de sillones.
Le hablo precisamente de un acuerdo programático con el PSOE.
Ese acuerdo programático con Sánchez no es posible. El presidente en funciones no tiene esa intención.
Pero, ¿usted entiende al votante de Ciudadanos que no comprende por qué Rivera no libra al Gobierno de la dependencia nacionalista?
Luchar contra el nacionalismo es ir contra candidatos como Sánchez, que se apoyan en los nacionalistas. Estamos en la oposición, donde nos han puesto los españoles.