Era de buena mañana cuando saltaba la noticia en los círculos políticos de Madrid: aparentemente, RTVE contaba con información privilegiada sobre un hipotético adelanto electoral y ya había dado luz verde a la licitación de escenarios para sus platós de cara a un supuesto debate y el seguimiento de la noche electoral. La incredulidad recorría todos los rostros, daba igual del color político del que estuvieran pintados. Era la confirmación oficiosa de lo que los partidos temían: que Sánchez tuviera claro el escenario de repetición de las generales y sólo ganara tiempo de cara a la galería.
La batalla del "relato", que tantos quebraderos de cabeza había causado tanto al PSOE como a Unidas Podemos, quedaba neutralizada. Desde RTVE aducían, en conversación con este periódico, que el procedimiento de licitación de las obras del decorado se enmarcaba en la normalidad. “Los plazos obligaban a ello. Es sólo en previsión”, comentaba un portavoz del ente público. “Si al final hay acuerdo y continúa la legislatura, se revoca sin problemas”.
Pero lo cierto es que la luz verde a la activación de las licitaciones necesarias para el desarrollo de una campaña y jornada electoral es anterior a lo que han admitido tras el revuelo causado. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL por diferentes fuentes conocedoras de los procesos de contratación de RTVE, la decisión se tomó antes del 21 de agosto. En aquellos momentos, el presidente del Gobierno en funciones se encontraba disfrutando de unos días de descanso estival en la residencia oficial de Doñana.
Fue distinto ante el 28-A
En el anterior proceso electoral, del 28-A, todas las licitaciones sacadas a concurso público por RTVE para contratar desde el decorado hasta la luminotecnia y las pantallas del debate arrancaron su tramitación el 28 de febrero, según los datos que facilita la Plataforma de Contratación del Sector Público, del Ministerio de Hacienda. Esto es: 13 días después de que el propio Sánchez anunciara el adelanto de la convocatoria oficial de los comicios.
Por ejemplo, el alquiler por parte de la Corporación del equipo audiovisual del decorado para aquella cita se inició, según el número de expediente, el 28 de febrero. Esta misma licitación fue anunciada el 12 de marzo, junto con su correspondiente pliego. Finalmente, fue adjudicada el 29 de ese mismo mes y formalizada el día 9 de abril.
El proceso habitual pasa, además, por incluir en la denominación del expediente el momento de arranque del proyecto. Así, muchos organismos suelen añadir a su código la numeración inversa de la fecha. Sucede de igual modo que en RTVE en otros ministerios o Administraciones públicas.
En esta ocasión, todos los plazos han sufrido una premura mayor. Tanto, que ni siquiera hay una convocatoria formal de elecciones. Fuentes técnicas del Ministerio de Hacienda comentan a preguntas de este diario que un contrato del importe del que ahora ha sacado a concurso por RTVE —40.000 euros— suele resolverse en unos 20 días, desde el anuncio a la adjudicación. El calendario se ajusta, así, al método que empleó RTVE para el 28-A, no al actual.
De hecho, la diferencia de que en aquella ocasión sí se contara con el anuncio de elecciones anticipadas y esta ocasión no haya sido así podría suponer la incurrencia en un delito, a tenor de lo expresado en la Ley de Contratos del Sector Público. “Los contratos públicos, según el artículo 28 de la LCSP, tienen que obedecer a un criterio de necesidad. La necesidad en el caso de unas elecciones surge de la convocatoria de las mismas. No caben los contratos preventivos”, denuncia en conversación con este periódico el portavoz económico del PP en el Congreso, Mario Garcés.
Según refleja el texto legal, “las entidades del sector público no podrán celebrar otros contratos que aquellos que sean necesarios para el cumplimiento y realización de sus fines institucionales”.
"Sánchez está haciendo teatro"
A ojos de la oposición parlamentaria, este movimiento es uno más dentro de la estrategia electoral que Pedro Sánchez está llevando a cabo a través de las instituciones públicas. La portavoz adjunta del PP Macarena Montesinos, cabeza popular en la comisión de RTVE en el Congreso, considera que “ha quedado en evidencia la gran mentira de Sánchez: mientras traslada a los españoles su gran esfuerzo con diversos mítines por todo el país y se reúne con colectivos a los que después ningunea, ya ha activado la maquinaria electoral”.
“Una vez más, queda demostrado que Rosa María Mateo [administradora única de RTVE] actúa bajo los intereses del PSOE y que es la jefa de prensa de Sánchez”, opina Montesinos. “Es vergonzoso y escandalosa la falta de rigor de la administradora. Ha puesto en marcha su maquinaria electoral. Ya no disimulan: han convertido a RTVE en un órgano propagandístico”.
Para los populares, que esta misma semana habían registrado una batería de preguntas parlamentarias dirigidas a Mateo y por las que interpelarán a la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, en el Pleno del Congreso de este miércoles sobre la licitación, es un paso más en la intervención que los socialistas están llevando a cabo en la televisión y radio públicas.
Especialmente, una vez se han conocido el nombramiento del reputado periodista Enric Hernández como nuevo director de Información y Actualidad de RTVE, un cargo de superdirector de los informativos tanto de TVE como de RNE. “Ha reforzado la dependencia gubernamental del ente público con esta designación”, afirma Macarena Montesinos. “Sánchez está haciendo teatro”.
UP: "Sánchez no quiere negociar"
La visión de Unidas Podemos es similar. Fuentes de la dirección de la formación confederal comentan a este periódico que "parece que Pedro Sánchez ya ha decidido llevar a España a una nueva campaña electoral y no quiere negociar nada con nadie. Lleva sin llamar a Pablo Iglesias desde julio y el martes presentó el programa como un acto electoral y hoy ha vuelto a lanzar mensajes electorales en un formato de campaña". En Podemos también se comenta que el hecho de que poner en marcha la maquinaria de la Administración puede significar una presión para que ellos claudiquen en la negociación.
Además, el propio Pablo Iglesias azuzó a Sánchez y su “visión patrimonialista” de las empresas públicas en una entrevista en Telecinco hace apenas un par de días, a las que acusó de estar “copadas de políticos”. “Pensamos que Televisión Española no puede ser Telegobierno. Por desgracia TVE ha sido o TelePP o TelePSOE, y por desgracia ahora mismo es TelePSOE", criticó Iglesias.
No es la primera acusación que recae sobre la gestión de Rosa María Mateo. En la anterior campaña electoral, la del 28-A, los propios trabajadores del ente público mostraron su descontento y estupefación ante las decisiones de la administradora única de RTVE respecto a la celebración del debate electoral. Además de las protestas de los llamados viernes negros —con la que los empleados denunciaban de manera velada la falta de imparcialidad de Televisión Española—, los profesionales mostraron su rechazo a la modificación de la fecha prevista por RTVE para la celebración del debate a cuatro para acoplarse a los deseos de Sánchez. Finlamente, el presidente claudicó.
De momento, los trabajadores de RTVE han aprobado en Asamblea volver a los viernes negros. No porque esté puesta en duda la profesionalidad de Hernández, sino porque no se haya contado con los órganos de la cadena que son necesarios para tomar estas decisiones.