Hace meses que Rosa Díez no habla de Ciudadanos. Hace mucho tiempo que rehúye las preguntas referidas a Albert Rivera. Silencio sobre el rival que engulló el espacio abierto por los magenta. En las fracasadas negociaciones de 2014, ninguno mostró voluntad real de pactar, pero el candidato naranja venció en términos de relato. "Se le dibujó a ella como un ogro que no quiso hablar", admite un dirigente de UPyD. Cinco años después, Díez se ha cobrado la revancha.
Lo hizo este jueves en el Congreso. Acudió a la llamada de Pablo Casado y posó en el primer gran acto con el que los populares quisieron impulsar "España Suma". Rivera considera un abrazo del oso esa coalición y ya la ha descartado para la futurible repetición electoral. Díez, otrora azote de Mariano Rajoy, abraza ahora la causa de Génova ante la estupefacción de Ciudadanos. Lo hace justo antes de que la plana mayor de su criatura política decida si vuelve a pedir el voto para Rivera el 10 de noviembre.
Según ha sabido este diario, la dirección de UPyD se pondrá en contacto con Ciudadanos "en los próximos días" para abordar esta cuestión. En mayo, el pacto fue el siguiente: los magenta rogaban a los suyos el apoyo a Rivera, mantenían su independencia en algunos municipios y colocaban a sus rostros más conocidos en las listas europeas naranjas. Rosa Díez, que ya no rige UPyD, todavía ejerce una fuerte ascendencia sobre el líder, Cristiano Brown, que aprendió a su lado.
¿Y qué piensa UPyD de la "España Suma" de Casado? "Sí" a la gran coalición en las autonómicas de Cataluña y País Vasco. "Sí" al Senado. Pero "no" en las generales. Así lo ha contrastado este periódico a través de miembros de su dirección. No obstante, la decisión deberá oficializarse en un consejo que pretende celebrarse pronto.
En ese contexto, con la decisión en el aire, ha llegado el giro de Rosa Díez, gran estrella del acto que convocó Casado. Así lo celebró el PP, consciente de que su presencia supone cercar a Ciudadanos. También habló Álvaro Pombo, otro fundador de UPyD.
Algunos delegados magenta admiten el "gran trato" y la "simpatía" que les brindó Pablo Casado este jueves en el Congreso. No obstante, desvelan que el PP no les ha trasladado una oferta formal para integrar "España Suma".
La pelea por el centro
En Ciudadanos, el apoyo de UPyD para la repetición electoral se considera más simbólico que rentable, pero la dirección está decidida a amarrarlo para absorber todo el voto de centro.
"Díez nunca quiso pactar con Rivera", arguye un compañero suyo de entonces. Y Rivera sólo deseó hacerlo cuando su posición era de debilidad respecto a UPyD. Una vez se vio con fuerzas para ocupar su espacio, "Ciudadanos no puso demasiado interés en las negociaciones", relata esta fuente.
Prueba de la acerada rivalidad que enfrentó a Díez y Rivera son las declaraciones de ésta en la última entrevista que concedió a EL ESPAÑOL: "Ciudadanos varía su opinión con cada hora del día. No va a cambiar el mundo si llegan a Moncloa".
Fernando Savater y Francisco Sosa Wagner fueron dos de los cerebros grises que parieron UPyD. Tanto uno como otro instaron a Díez a fusionarse con Ciudadanos, algo que la soliviantó. El jurista, en charla con este diario, contó: "Proponer aquello suscitó una reacción muy desabrida".
UPyD nació en 2007. Su mayor éxito llegó con las elecciones de 2011, cuando consiguió cinco diputados en el Congreso y grupo parlamentario. En las últimas generales, con el acuerdo mentado, el partido se diluyó en Ciudadanos.