La Guardia Civil intervino una veintena de manuales para la fabricación de explosivos a los nueve miembros del autodenominado Equipo de Respuesta Técnica (ERT) de los Comités en Defensa de la República detenidos el pasado lunes en la llamada operación Judas, según informan a Europa Press en fuentes de la investigación.
Los manuales se relacionan con Jordi Ros, uno de los siete detenidos que han sido enviados a prisión provisional por el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón y a quien los investigadores sitúan en el núcleo duro de esta organización que presuntamente persigue la proclamación de la república catalana incluso por la vía violenta.
De acuerdo a las mismas fuentes, entre esos manuales se encuentran instrucciones para fabricar Goma 2, un potente explosivo habitual en acciones terroristas.
Asimismo, los agentes intervinieron un arma detonadora, que no produce fuego real, entre el numeroso material encontrado en la decena de entradas y registros que se efectuaron en distintos puntos de la provincia de Barcelona, de acuerdo a las mismas fuentes.
Se suman ambos elementos a un inventario que incluye termita, entre otras sustancias compatibles con la fabricación de explosivos, y abundante documentación y material informático que está siendo clonado para su análisis en la Audiencia Nacional, según fuentes jurídicas.
Precisamente, esta documentación contiene anotaciones relativas a infraestructuras críticas y edificios públicos, así como figura información relativa al cuartel de la Guardia Civil en Canovellas (Barcelona), de acuerdo a los investigadores.
Las diligencias se iniciaron hace 15 meses a instancias de los servicios de Información de la Guardia Civil en el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.
Escuchas a la "estructura jerarquizada"
En este tiempo se han practicado escuchas, entre otras actuaciones, que han llevado a los investigadores a enmarcar a los detenidos en los ERT, una facción de los CDR que, según el juez, cuenta con una "estructura jerarquizada que pretendía instaurar la república catalana por cualquier vía, incluida la violenta".
El instructor, en línea con el criterio de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, les imputa delitos de terrorismo, conspiración para provocar estragos y fabricación y tenencia de explosivos.
Si bien la primera fase de la operación habría concluido con la detención de nueve personas, hay más líneas de investigación abiertas en relación a los ERT y del análisis de la documentación incautada podrían derivarse nuevas detenciones, de acuerdo a las fuentes consultadas.
De momento, dos de los nueve detenidos quedaron en libertad con medidas cautelares y tendrán que pasar ante el juez en calidad de investigados. El resto ya se encuentran en la prisión de Soto del Real, en Madrid, a la que fueron trasladados este jueves desde la Audiencia Nacional.
De estas siete personas, cinco llevan la misma estrategia de defensa, coordinada por el equipo de letrados de Alerta Solidária y optaron por responder exclusivamente a sus abogados para defender que son personas "normales y corrientes" que no tienen relación alguna con actividades de índole terrorista.
Otros dos, sin embargo, optaron por declarar tanto ante la Guardia Civil como ante el juez y tienen abogados de oficio. Uno de ellos, precisamente, es Jordi Ros, a quien se relaciona con los manuales para fabricar explosivos. El otro es Ferrán Jolís Guardiola.