La mañana siguiente a las elecciones generales del próximo 10 de noviembre, España se puede encontrar con un dilema similar al que empezó en la noche del pasado 28 de abril. Un Congreso de los Diputados fragmentado, con sumas imposibles si se mantiene el actual juego de bloqueos entre unos y otros. O incluso peor, si hacemos caso a las encuestas publicadas en las últimas fechas, en las que la entrada de un nuevo partido por la izquierda termina por hacer imposibles las mayorías absolutas a un lado y al otro del tablero. Así, el único pacto viable sería el que una a PSOE y PP en una suerte de gran coalición.
Y eso es precisamente lo que el director de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, propone: "Los problemas que tiene España sólo se resuelven con un gran pacto transversal protagonizado por los dos grandes partidos", defiende. En su opinión, "al final lo único importante que se dirime el día 11 es si Pedro Sánchez va a tener que llamar a Pablo Casado o si va a ser Pablo Casado el que tenga que llamar a Pedro Sánchez".
Este "sistema de estabilidad constitucional" debería reunir, según el también presidente ejecutivo de este periódico, a PSOE y PP "como actores principales", junto a Cs y Más País, la nueva formación de Errejón, "como partidos complementarios".
Un acuerdo con contenidos programáticos y que pueda afrontar los "grandes desafíos" que enfrentará España, ante la nueva crisis económica que se avecina, y el desafío a la convivencia del "problema catalán". Ramírez los ha resumido en una intervención en el programa Liarla Pardo de La Sexta, este domingo, en tres puntos clave: la gobernabilidad, la reforma del artículo 99 de la Constitución y Cataluña.
Cooperación, no confrontación
Según Pedro J., Sánchez y Casado, junto a Rivera y Errejón, deben hallar una "solución parlamentaria estable para el Gobierno de España, Presupuestos incluidos". Además, el retoque en la Carta Magna debe tener como objetivo "que nunca más tengamos que pasar por el bochorno de que una investidura se convierta en un callejón sin salida que obligue a repetir las elecciones", como ya ha ocurrido en dos ocasiones desde 2015.
"Yo creo que se puede constituir ese sistema de estabilidad constitucional", sostiene. "Tanto Sánchez como Casado y, desde luego, Rivera y Errejón, tendrían que esforzarse en movilizar a los españoles no en torno a la confrontación, sino en torno a la cooperación transversal para resolver estos grandes problemas".
De hecho, según Ramírez, la oferta de última hora de Albert Rivera era la adecuada -"hoy ya habría investidura y se estarían negociando unos Presupuestos desde una perspectiva socialdemócrata y liberal, que son los que sin duda necesita España"-, pero ese planteamiento no llegó "a tiempo". Pedro J. mantiene que los planteamientos de Cs estaban "completamente equivocados" cuando "a primeros de julio, sus líderes decían que Sánchez no habría accedido [a pactar con ellos] porque él ya tenía el plan Sánchez, con la banda de Sánchez..."
Como ejemplo de cooperación, el director de EL ESPAÑOL pide a los líderes políticos "que se fijen en nuestros deportistas, que se fijen en nuestras selecciones, la de baloncesto recientemente, o las selecciones femeninas". En su opinión, la clave es que "compiten entre sí en las competiciones de clubes, pero cuando se trata de competir contra las demás naciones" se unen con un objetivo común.
"Y ése es el gran desafío de España, tener tanta o más libertad y tanta o más prosperidad como los países más desarrollados de la Tierra", concluye. Pero para eso, "hace falta que las llamadas izquierdas y las llamadas derechas colaboren en torno a un proyecto posibilista, modernizador, liberal y progresista".