Albert Rivera ha fiado su supervivencia a Inés Arrimadas. Un gesto que desmonta esos "celos" que le atribuyen al candidato en relación a la portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados. La política jerezana, que acaba de confirmar estar embarazada de su primer hijo, será la estrella mediática de la campaña naranja. En apenas una semana, participará en cuatro debates televisados -La Vanguardia, TV3, TVE y La Sexta-.
Las dos primeras citas serán abordadas en clave catalana. En la pública, conversará con el resto de portavoces parlamentarios; y, en la cadena de Atresmedia, sólo intervendrán mujeres.
Además, según los planes recién sellados por la Ejecutiva del partido, Arrimadas protagonizará un par de actos en Cataluña -Tarragona y Hospitalet- y cerrará la carrera electoral en Barcelona junto a Rivera.
En la opinión pública, también en algunos sectores de la formación, se ha instaurado el concepto de Arrimadas como sucesora natural de Rivera ante un eventual descalabro. Ella misma ha salido en varias ocasiones a desmentir cualquier tipo de maniobra y a reforzar "el liderazgo de Albert".
El actual presidente, con este plan de campaña, demuestra confiar sobremanera en su mano derecha. Por un lado, le abre paso porque sabe que su capacidad puede rescatar al partido; y, por el otro, le encarga una misión de calibre justo cuando acaba de conocerse su embarazo, consciente de su "gran compromiso con el proyecto". Todo ello cuando se juega su futuro.
Albert Rivera, en sus últimas entrevistas, ha descrito la política como una circunstancia, nunca como un "modo de vida". De ahí que no tenga reparos en regresar al mundo de la judicatura si el desastre electoral le empuja. No obstante, el candidato evita explicitarlo porque se define "optimista por naturaleza": "Con ese carácter, uno no puede hablar de qué hará si pierde, porque vamos a obtener un buen resultado".
El bulo de que no se tragan
Arrimadas ya fue uno de los rostros más visibles de la campaña anterior, en la que, prácticamente, formó tándem con el líder de Ciudadanos. Con su propia caravana, recorrió cientos de kilómetros. Fuentes de la dirección le atribuyen "gran parte del éxito conseguido".
Ahora, en esta carrera más corta -oficialmente dura una semana-, volverá a brillar. Además de los cuatro debates -Rivera sólo estará en el de candidatos-, será el principal baluarte de Ciudadanos en Cataluña. A raíz de la crisis de violencia desatada, la dirección de los liberales pretende "volver a dibujar a Inés como símbolo de la resistencia".
Según varios mandatarios del partido, la "ausencia de una estrechísima amistad" entre ambos es utilizada por sus detractores para "impulsar el bulo de que no se tragan": "Ellos hacen bromas con eso. No se van a cenar juntos, pero se admiran profundamente. Lo utilizaron para dañar al partido cuando Inés vino a Madrid".
"Si Albert no se fiara de ella, no la habría mantenido a su lado a lo largo de tantos años ni la habría nombrado portavoz en el Congreso. Reman en la misma dirección", responde alguien que trabaja mano a mano con los dos.
De nuevo número uno por Barcelona, Arrimadas afrontará el reto de resucitar a su partido en Cataluña, donde las encuestas vaticinan un descalabro. "Siempre hemos remado a contracorriente, como los salmones. Si nos hubiéramos fiado de los sondeos, no estaríamos aquí", responden en Alcalá, 253.
"Inés es una valiente. De verdad, mucho", cuenta una de las dirigentes de Ciudadanos más cercana a Arrimadas. Según esta fuente, esa valentía tiene dos vertientes: "Ha reconocido en público que le ha costado mucho tener al bebé. Eso es un tabú en España. Seguro que muchísimas mujeres han conectado por ese motivo. Y, además, va a hacer campaña en esa situación, viajando a lugares complicados de Cataluña".