Albert Rivera ha cumplido con el pronóstico. Una vez más, ha vuelto a ser el candidato que más artilugios ha mostrado en el plató. El gabinete del candidato liberal confía en el poder gráfico de estos aparatos. En la sala de máquinas de Ciudadanos, se conciben como oportunidades para sellar el mensaje en los espectadores... y en los resúmenes televisivos posteriores.
El adoquín de Barcelona
El candidato naranja tiró de chistera al poco de empezar el debate. En cuanto se hizo con la palabra, acompañó su discurso de un adoquín roto, antes incrustado en las calles de Barcelona. Lo empleó para criticar la "inacción" del Gobierno en las calles de Cataluña. Hizo de ese trozo de acera la prueba de los "violentos ataques contra la Policía".
Cuando lo enseñó, ironizó: "Podría parecer un souvenir". Y tenía esa pinta, muy similar a los trozos del muro de Berlín que todavía se venden en Alemania.
El desplegable de concesiones al nacionalismo
Son complejos de fabricar... y más difíciles de esconder: los desplegables. El equipo de Ciudadanos ya mostró sus habilidades plásticas en las citas anteriores a los comicios de abril.
Esta vez, el eterno papel ha recogido "las concesiones al nacionalismo" de PP y PSOE. Por un lado, en letra oscura figuraban las "cesiones" de Aznar y Rajoy a Pujol y Mas. Por el otro, en rojo, las que fueron obra de González y Zapatero.
Nace el I.C.B
Rivera, desde el centro, ha tratado de achicar agua con la invención del I.C.B (Impuesto de la Corrupción del Bipartidismo). El candidato de Ciudadanos se ha referido a este concepto en el bloque económico y ha alabado el "dejar de robar" como una de las mejores medidas para combatir la crisis.
El liberal ha dicho basar sus cálculos en datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC). El I.C.B, ha concluido Rivera, cuesta a los españoles 48.000 millones de euros al año, 1.000 por cada ciudadano.
El "chiringuito de Abascal"
Rivera se la tenía preparada a Santiago Abascal. Tanto que el de Vox ha ironizado: "Ya sé que usted viene aquí con su merchandising". Cuando el candidato de la extrema derecha ha apostado por legislar contra el "chiringuito del Estado de las Autonomías", Rivera le ha respondido incrédulo: "¡Pero si usted formaba parte de él! Estuvo cuatro años cobrando. Un total de 331.525 euros". Se ha referido así a la fundación creada por Esperanza Aguirre -en la Comunidad de Madrid- que contrató a Abascal.
"¿Cómo es eso de ir a un sitio, no trabajar y cobrar durante cuatro años?", ha insistido Rivera. Abascal ha tratado de despejar así la pelota: "Estoy muy orgulloso de haber comparecido en la Cámara para contar que no funcionaba".
El mapa de... "¿cuántas naciones?"
Al igual que hizo Inés Arrimadas -aunque ésta sin artilugio mediante- en el debate de portavoces de este viernes, Rivera ha apretado a Sánchez con esta pregunta: "¿Cuántas naciones hay en España?". El de Ciudadanos, aunque también Pablo Casado, ha buscado retratar al Gobierno a costa de esa indefinición en torno a la "plurinacionalidad".
Por eso ha empleado un mapa de España, similar al que se utiliza en los colegios. Con él, ha interpelado a Sánchez, que no ha querido responder a su pregunta.
La foto de Abascal y Salvini
El líder de Vox ha sido víctima de un segundo gadget de Rivera. Además de sacar una pancarta con el sueldo de Abascal en el "chiringuito" de la Comunidad de Madrid, el de Ciudadanos ha mostrado una fotografía en la que aparece Salvini con el candidato de la ultraderecha. Justo debajo, en el mismo panel, Salvini con la estelada.
Abascal, que estaba preparado, le ha leído el tuit con el que respondió a su aliado transalpino: "Meta sus narices en los asuntos italianos".