Rivera anuncia un Congreso y pone su cargo "a disposición de la militancia"
El líder liberal ha remarcado que "no hay excusas" y este lunes reunirá a su Ejecutiva para fijar la fecha del cónclave que "decidirá el futuro del partido"... y el suyo.
10 noviembre, 2019 23:49Albert Rivera ha comparecido rodeado de la cúpula de su partido y con la mirada vidriosa. "No hay excusas", ha resumido. Este mismo lunes, tal y como ha anunciado, quedará convocado "un Congreso extraordinario" que "decidirá el futuro" de la formación. El líder liberal no ha empleado la palabra "dimisión" en ningún momento. Su intención es que, en ese gran cónclave, "la militancia tome las riendas".
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Ciudadanos ha perdido 47 de los 57 escaños que obtuvo el pasado 28 de abril. Se ha dejado por el camino casi un 85% de sus parlamentarios. Para más inri, los cargos más reseñables de la estructura no regresarán al Congreso. De tercera a sexta fuerza... por debajo de Esquerra Republicana.
En la balconada de la sede de Alcalá, 253 todavía luce una enseña de tela con el "Rivera presidente" y una bandera de España algo descolorida. Visiblemente afectado, el candidato naranja ha saludado: "Quiero felicitar a los ganadores de las elecciones". Y luego ha apostillado: "Los españoles han querido más Sánchez y más Vox".
Con la voz quebrada, el presidente de Ciudadanos ha dibujado un itinerario que comenzará este lunes por la mañana, cuando reúna a la cúpula. Aunque tampoco ha verbalizado la palabra "primarias", ha dejado entender que, en esa cita, su liderazgo podría quedar laminado. Tampoco ha exteriorizado si se presentará a esos comicios internos. Por tanto, Rivera gana algo de tiempo.
"Ya he vivido unas cuantas noches electorales, todas más felices que esta. Debo decirles que yo no quiero hacer lo que han hecho otros líderes políticos", ha aseverado el único presidente que ha existido en la historia de Ciudadanos. Detrás, lloraban algunos de sus compañeros.
Se ha referido al caso de Pedro Sánchez, que se mantuvo al frente del PSOE tras obtener el peor resultado del socialismo español. Otro tanto -ha añadido- ocurrió con Pablo Casado. "Yo soy de otra pasta. Ha sido un mal resultado. Sin paliativos. Quiero ser honrado. Lo asumo en primera persona", ha razonado Rivera.
"Quiero que los militantes decidan y tomen las riendas del futuro de este partido. Deseo que marquen un nuevo rumbo ante este mapa complejo y difícil. Servir a los españoles es lo más bonito que hay". Con esas palabras ha abrochado una intervención que apenas ha durado cinco minutos.
En ese instante, mientras abrazaba a sus compañeros, los miembros de la dirección han comenzado a cantar la consigna de campaña: "¡Vamos, Ciudadanos!". No ha habido preguntas ni tampoco encuentro con la prensa. Rivera ha vuelto a su despacho acompañado de los suyos.
¿Habrá candidatura alternativa?
Ciudadanos, nacido en Cataluña hace trece años, es un partido creado a imagen y semejanza de Rivera. Tras la salida de los últimos críticos, el actual presidente no cuenta con oposición interna. Luis Garicano, número uno en Bruselas y otrora crítico más reseñable, hace tiempo que recuperó su relación con el candidato.
El concepto del "barón" tampoco existe en esta organización, tal y como se interpreta en PP y PSOE. Paco Igea -vicepresidente en Castilla y León- o Ignacio Aguado -vicepresidente de la Comunidad de Madrid- no tienen ni peso ni plan para dar un paso al frente.
Suele apuntarse a Inés Arrimadas como sucesora natural de Rivera. Pero la exlíder en Cataluña se mantiene -dentro y fuera de cámara- fiel a su presidente. "Ella nunca se lanzaría si no se lo pidiera él... O si no la empujara una cantidad importante de dirigentes", coinciden dos miembros de la Ejecutiva en conversación con este diario.
En los últimos meses, también se ha especulado con una intentona de Toni Roldán. El mediático diputado, que promocionó su salida en radios, periódicos y televisiones, sigue pagando religiosamente su cuota de afiliado. "Bueno, es posible, pero contra Albert no tendría nada que hacer", detalla alguien que lo conoce bien.
Esta noche, con el descalabro todavía en carnes, el diagnóstico de las fuentes consultadas por este periódico es claro: "Si Rivera se presenta a unas primarias, gana seguro". Lo "único" que puede dar un giro es su propia renuncia: "En ese caso, sería él quien tutelara el desembarco de Inés".