Desde que se abrieron las urnas este 10-N, el centro político se ha quedado prácticamente huérfano. La debacle electoral sufrida por Ciudadanos, que únicamente ha conseguido diez escaños en el Congreso de los Diputados, ha condenado al partido anteriormente liderado por Albert Rivera a una profunda crisis. Y no sólo sobre quién es su presidente, sino, también, a qué españoles se dirigen.
Porque la fuga de electores sufrida por la formación naranja es triple. Así lo refleja un estudio postelectoral elaborado por SocioMétrica para EL ESPAÑOL, en el que dibuja una clara radiografía de la transferencia de voto sufrida por el partido. Ciudadanos tan sólo convenció en estas elecciones a un tercio de los ciudadanos que escogieron su papeleta en abril. Fueron 1.319.150 electores, lo que significa el 31,8%.
El mayor rival con el que tendrá que luchar el nuevo dirigente que tome los mandos del partido liberal es el abstencionismo. El 29,8% de los españoles prefirieron no acudir a la llamada de las urnas antes que repetir el voto naranja por el que habían optado en abril. Además, el 3,9% de sus electores votó en blanco.
PP y Vox, el electorado más fiel
Los votantes de Cs encontraron refugio, principalmente, en las filas del Partido Popular. Casi un quinto de sus votantes se decantaron por Pablo Casado: el 19,1%. La campaña electoral que llevó a cabo el presidente popular tuvo, como uno de los ejes centrales, la llamada al electorado de centro, especialmente el de Ciudadanos, para poder relevar a Sánchez en la Moncloa.
Este mensaje, finalmente, caló en 790.098 votantes. Pero no por ello el PP engrosó exponencialmente sus escaños: también hubo 48.852 ciudadanos que en abril optaron por Pablo Casado que, en noviembre, decidieron apoyar a Albert Rivera.
En Génova pueden presumir de tener un electorado fiel, a la luz de los resultados que arroja el estudio de SocioMétrica: el 81,4% de los españoles que votaron al PP en abril, repitieron en esta ocasión. Su mayor desvío de electores fue hacia Vox, pero tampoco supuso un gran golpe para los de Casado: 432.691 ciudadanos, lo que representa el 9,9%.
La abstención, problema de la izquierda
El gran crecimiento de los de Santiago Abascal fue, principalmente, gracias a la fuga de Ciudadanos. Casi medio millón de votos: 431.595, concretamente, el 10,4%. Fue incluso superior que el trasvase de papeletas desde el PP. Esta transferencia acompañó, además, a su propio crecimiento orgánico. Además, el 86,4% —2.236.886— de los españoles que apoyó a Vox en abril repitió.
En el otro extremo del tablero, Unidas Podemos resisitó el envite de Más País y retuvo al 66,1% de sus electores, hasta alcanzar las 2.474.085 papeletas. Tan sólo el 5,9% de los votantes de Iglesias prefirieron apoyar a Íñigo Errejón en esta ocasión.
Pero el mayor problema para la formación confederal fue el hastío. Más de medio millón —751.025 ciudadanos, el 19,5% — de españoles prefirieron abstenerse o votar en blanco. Esto también supuso un grave obstáculo para el PSOE. El 17,1% de los votantes socialistas no acudió a las urnas o no introdujo papeleta en el sobre: 1.275.135 de electores que se decidieron por Sánchez en abril no repitieron.
Ficha técnica
Para la confección de la matriz final, se ha recalculado la transferencia de voto del tracking de El Español (4.600 encuestas), ajustando la intención directa al voto real de las elecciones. Ello se ha realizado mediante cálculo iterativo a convergencia del 99%. Los resultados tienen exactamente dicho margen de confianza, con un error <1,5%.