Cuando Íñigo Errejón decidió dar su salto a la política nacional, el pasado mes de septiembre, su discurso se basó en dos guías: la primera, que Más País hacía falta "un nuevo actor" para que "los mismos no nos lleven al mismo sitio", es decir, al bloqueo institucional. Y la segunda, que él venía "para sumar" y "hacer posible un gobierno de progreso".
El caso es que, por lo que se ve, no ha hecho falta su concurso para que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pactaran. En la misma noche del 10-N, el socialista dio la orden de que le pusieran con el morado; el lunes se vieron y sellaron el acuerdo con un apretón de manos; y el martes se firmó ante las cámaras en el Congreso. Y además, ahora tampoco está claro que los de Errejón vayan a ser unos interlocutores a los que arrancarles tan fácilmente el sí en la investidura. Los tres diputados elegidos bajo sus listas quieren su foto y su mesa de negociación propias.
Según ha podido saber este periódico de fuentes oficiales de la candidatura, a Pedro Sánchez le hará falta atender las demandas territoriales de Compromís, tener en cuenta las reclamaciones ecologistas de Equo y escuchar las aportaciones que el exfundador de Podemos tenga que hacer al acuerdo del PSOE con su antiguo partido.
Sánchez no ha llamado
"Nosotros apoyaremos el acuerdo si hay una negociación", explican desde el entorno de uno de los dirigentes de la coalición Más País-Compromís-Equo. "Es que no sólo nos interesa a nosotros que nos escuchen y atiendan, sino que es a ellos a los que les interesan nuestros votos para que Sánchez sea presidente".
Según fuentes oficiales, ya ha habido contactos con el PSOE, "pero no con Sánchez", que no ha llamado ni atendido llamadas de Errejón. "Hemos sido muy claros desde el principio de la campaña sobre nuestro apoyo a un Gobierno progresista", insisten, razón por la que el líder de Más País no convocará una consulta entre sus militantes si es que al final hay acuerdo. Pero igual que han comenzado los contactos, aún falta que se desarrollen y culminen.
El planteamiento de Inés Sabanés (Equo) Joan Baldoví (Compromís) e Íñigo Errejón (Más País), que serán los tres diputados que tomen su acta el día de la constitución de las Cortes, el próximo 3 de diciembre, será éste. Quieren negociar, que el PSOE "llegue a compromisos concretos" respecto a la agenda política que le presenten, y que finalmente, Pedro Sánchez los reciba en Moncloa, con su firma y con su foto.
"Lo que hemos hecho hasta ahora, es tomar un té y poco más", continúa este dirigente. "Pero tiene que haber una negociación, igual que la ha habido entre Iglesias y Sánchez, y como, sin duda, la habrá con el PNV". De hecho, en Ferraz y Moncloa ya tienen el documento con el precio de los tres escaños de Errejón.
Quien más claras deja sus demandas es Baldoví, el diputado nacionalista valenciano que desde las elecciones de abril se pregunta por qué no recibe respuesta del PSOE a las múltiples veces en que ha explicado a José Luis Ábalos o a Adriana Lastra sus cuatro principales reclamaciones.
En conversación con este diario, el líder de Compromís es claro: una nueva ley de financiación autonómica "que esté lista y funcionando en ocho meses", un compromiso del Estado de que pondrá "el 50% en las ayudas a la dependencia, no como ahora que sólo cubre el 12%"; el fin de los peajes en la AP7; y "que no se firme ningún acuerdo comercial ni se ratifique el de Mercosur sin un informe previo sobre cuál es la afectación que tiene en la agricultura valenciana y española".
"La investidura de Sánchez depende de esa foto"
Se da la circunstancia de que serán tres diputados de tres formaciones distintas. Y que al ser tan pocos y no haber alcanzado el 5% a nivel nacional no se podrán constituir en grupo parlamentario, de modo que integrados en el Grupo Mixto, cada uno podría ir por su cuenta. Pero según explican las fuentes consultadas, las reivindicaciones de los nacionalistas valencianos son asumidas por su socio, Errejón, y viceversa. Más aún las de Equo, cuyo programa ecologista era el eje principal del que presentó Más País al 10-N.
Pero las tensiones pueden aflorar en el momento en el que se quiera escenificar el acuerdo que reclaman con Sánchez para votar a favor de su investidura. Sabanés, Baldoví y Errejón son tres líderes de tres partidos distintos y cada uno con su voto propio en el Parlamento... y este periódico ya ha podido saber que los tres querrán estar en la foto con el presidente en funciones.
"Entendemos que mejor si no va solo Errejón... en nuestro caso, entendemos que debemos ir", explica la citada fuente parlamentaria. Aunque rápido desvía la atención hacia la parte socialista: "Hombre, yo creo que lo importante es que la persona que aspira a ser presidente del Gobierno nos reciba, si le interesan nuestros tres votos, ¿no? Su mayoría para la investidura depende de esa foto, claro".