La investidura de Pedro Sánchez sigue bloqueada. JxCAT eleva la apuesta de ERC y exige cinco condiciones a los socialistas para conseguir la abstención de sus diputados. Reconocer a Quim Torra y Carles Puigdemont como interlocutores es la primera de las condiciones para facilitar la investidura. También un mediador internacional en el marco de la mesa de diálogo "sin exclusiones ni condiciones", poner fin a la "represión" en Cataluña y que todo lo que se negocie sea votado por los catalanes en una consulta vinculante.
La quinta exigencia de JxCAT consiste en aislar a Vox y establecer lo que han llamado un "cordón sanitario" para evitar que ocupe un puesto en la Mesa del Congreso. Así lo ha establecido el grupo parlamentario de JxCAT en el Parlament en una reunión en la que la que estaban presentes Torra y también Puigdemont, pero este último vía videoconferencia.
Estas exigencias llegan el mismo día en el que las bases de ERC están llamadas a participar en una consulta interna para decidir si la formación republicana debe supeditar su aval a la investidura de Sánchez a una mesa de diálogo sobre el conflicto catalán.
A pesar de estas condiciones de JxCAT, el Gobierno no tiene previsto reunirse con ellos en los próximos días. Sí con ERC, con quienes se reunirán esta semana. De hecho, el equipo negociador ya está establecido. Por parte de los republicanos estarán el portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, la portavoz del partido, Marta Vilalta, y el presidente del Consejo Nacional, Josep María Jové, imputado en la causa del referéndum del 1-O. Por el PSOE, la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, y una tercera persona que no ha trascendido.