Comienza a despejarse el puzzle de la legislatura. A menos de veinticuatro horas de que se constituyan las nuevas Cortes generales, el presidente del PP, Pablo Casado, le ha pedido "generosidad" a sus parlamentarios para que otros grupos que no reúnen por sí mismos los apoyos, como Vox y Ciudadanos, puedan estar en las Mesas de las cámaras o constituir grupo propio.
Las circunstancias de las formaciones políticas a izquierda y derecha del PP son diferentes. Mientras que el PSOE quería hacer un cordón sanitario a los de Santiago Abascal para que no tuvieran representación en el órgano regulador del Congreso, a Ciudadanos le sucedía que le faltaba un senador para poder formar grupo y no tener que incluirse en el mixto.
Así, el líder popular se ha mostrado rotundo: "Nuestra posición es que aquellos partidos que puedan tener representación en la Mesa, de acuerdo a la tradición del Senado y el Congreso, tendrán nuestro apoyo". "Es un debate cualitativo, no sólo cuantitativo, de contar escaños".
"Refundir el centro derecha"
"Nunca participaremos de cordones sanitarios a aquellas fuerzas políticas que defiendan la unidad de España y la Constitución", ha explicado Pablo Casado durante una reunión con todos los diputados y senadores del PP. "Sí que nos gustaría que hubiera un cordón sanitario legal, ético y moral a los herederos de Batasuna, que no han condenado 800 asesinatos, y contra los independentistas secesionistas condenados por el Tribunal Supremo".
Pero la oferta no será en vano. Los populares quieren abrir una negociación no sólo para el arranque de la legislatura, sino con la mira puesta en el horizonte. "Queremos liderar el centro y la derecha. Que este ofrecimiento se vea como el partido que quiere liderar un espacio imprescindible, que debe ser refundado y que Cs debe entrar en esa negociación para tener representación en la Mesa de las Cortes generales", ha matizado.