Inés Arrimadas trabaja a contrarreloj para volver a colocar a Ciudadanos en el centro del tablero. Aunque faltan cuatro meses para que sea proclamada presidenta -primarias de por medio-, su condición de portavoz en el Congreso ya le permite articular el mensaje de los liberales. Según las fuentes consultadas por este diario, el eje del proyecto pasará por resituar a la organización naranja como aquella que puede pactar a izquierda y derecha.
Así ha pretendido demostrarlo con la carta enviada a Pedro Sánchez. Una maniobra que Arrimadas concibe como "puro centro" y que "pone en aprietos" a PP y PSOE. Varios miembros de la extinta Ejecutiva definen la misiva como ese movimiento que "le faltó a Albert".
Arrimadas, de puertas hacia fuera, se niega a admitir que su plan suponga una enmienda a la estrategia de su predecesor, pero sí ha confesado a los suyos que Ciudadanos "desorientó" a sus votantes en la última campaña electoral. A ojos de la política jerezana, el proyecto naranja "es útil" cuando "se coloca en el centro".
Aunque Arrimadas y sus colaboradores rechazan dibujar el nuevo itinerario como una ruptura frente a la etapa anterior, la diferencia es sustancial: Rivera se quedó parado tras las elecciones de abril para "no interferir" en las negociaciones de Sánchez e Iglesias. Ahora, ella no sólo interfiere, sino que busca "arrastrar al centro" al presidente en funciones.
Para que esa jugada cristalice, le hace falta el apoyo del Partido Popular. Una maniobra que Pablo Casado descarta con vehemencia. "Si invisto a Sánchez, dejaría de ser la alternativa", ha repetido a lo largo de estos días. "Le está pasando lo mismo que a Albert. Tiene sobre la mesa una opción sensata de gobernabilidad -el acuerdo a tres-, pero lo rechaza por miedo al competidor que tiene a su derecha. El esquema es exactamente el mismo", razona alguien que trabajó codo a codo con Rivera.
De ahí que Arrimadas no quiera experimentos. No modificará el ideario, pero en cuanto sea proclamada presidenta -el próximo 15 de marzo- plasmará también orgánicamente este rumbo. De momento, no se le conoce ningún rival. Los Igea, Prendes y compañía no se han movilizado para fabricar una candidatura alternativa.
"Comunicar más y mejor"
A la hora de negociar, es importante la relación con el resto de líderes políticos. Y más cuando uno pretende situarse en el centro. Rivera, en los últimos meses, mantuvo una buena relación con Pablo Casado, pero el canal estaba roto con Sánchez y Abascal.
Este viernes, en los pasillos del Congreso, quedó de manifiesto el feeling entre la portavoz de Ciudadanos y el líder conservador, que fue a buscarla para charlar con ella en un aparte durante varios minutos. "El trato es continuo y semanal", arguyen colaboradores de la excandidata en Cataluña.
¿Y qué pasa con Sánchez? Según ha respondido Arrimadas en varias ocasiones, "apenas" han tenido trato. Eso podría remediarse la próxima semana. Moncloa ya ha trasladado que ve con buenos ojos un encuentro entre ambos.
Arrimadas, a lo largo de noviembre, ha razonado que faltó "comunicar mejor" en la última campaña. Por eso, se afanará en vestir bien el mensaje y "refrescarlo". "Cada día que pasa es una prueba de fuego para nosotros. No podemos cometer errores", concluye un importante mandatario del partido.