La semana comienza movida para Pablo Casado, líder del Partido Popular: en la agenda, nada más arrancar el lunes, aparece la reunión que mantendrá con el candidato a la investidura propuesto por el Rey, Pedro Sánchez. Será a las 9.30 de la mañana en el Congreso y, si algo tiene claro Casado, es que nada cambiará. Los populares mantienen su posición: no hay posibilidad de bascular y apuntalar el Gobierno socialista.
Pero no es sólo que el presidente del PP esté enrocado en su negativa: es que cuenta, además, con el beneplácito de los diferentes líderes europeos del espectro del centroderecha. Así lo han explican fuentes del entorno de Casado. Dirigentes populares europeos le animan a no abstenerse y siempre bajo la misma premisa que él mismo no para de explicar: de ser así, España se quedaría sin alternativa.
"El lunes se va a encontrar con un partido que es la alternativa para acabar con esa deriva nacionalista y anticonstitucional de un socialismo que ha perdido la esencia", arguyó el propio Casado durante su tradicional discurso en la comida de Navidad del PP de Madrid, ante más de mil militantes. Y el mensaje no cambia en privado.
Una "alternativa sólida"
Desde el Partido Popular europeo le llaman a “no cometer el error de [François] Fillon”, el que fuera líder de Los Republicanos franceses, que parecía ser el próximo presidente de Francia pero quedó eclipsado por Emmanuel Macron. “A nivel europeo son conscientes de lo que hay aquí”, indican desde la dirección popular.
La disyuntiva a la que se enfrenta la política española ya ha tenido sus réplicas en los socios de la Unión. Diferentes países han tenido que buscar fórmulas de gobernabilidad ante la fragmentación política o la aparición de bloqueos o cordones sanitarios a algunos partidos. Es el caso de Alemania, donde la gran coalición gobierna desde hace años. Pero los germanos homologan a Vox con Alternativa por Alemania, y la ecuación se despeja. No quieren que en España se reproduzca esa anomalía.
Por eso, el caso del PP es familiar. “El resto de países saben que lo que está pasando en Europa no deja de ser una cosa común, que los países en los que van desaparecido los partidos tradicionales esto ocurre por no tener una alternativa fuerte”, detallan fuentes cercanas a Pablo Casado. Así, existe un consenso: es necesaria una “alternativa sólida” y el PP representa eso en España.
Mano tendida para pactos de Estado
Casado afronta la reunión del lunes como un encuentro más con el candidato a la investidura, pero en la que no piensa ceder en nada. Él mismo lo argumentó durante su alocución ante los afiliados del PP madrileño: “Eso es compatible con tener la mano tendida para pactos de Estado, para acuerdos para dar estabilidad”.
Con un tono encendido, arengando a los suyos, el presidente de los populares recordó el momento en el que fue elegido como líder y ha renovado su compromiso para regresar a la Moncloa. “No valen los atajos, subterfugios, hay que construir una alternativa para volver a gobernar”.
Tampoco desperdició Casado la oportunidad de lanzar un dardo a Ciudadanos, formación política con la que vive un momento algo tenso. “Por eso ofrecimos España Suma, un proyecto generoso. De ser así, yo estaría ahora firmando gobierno con Albert Rivera como vicepresidente. Hubiéramos sumado”.
“No somos nosotros los que hemos cometido una irresponsabilidad o error de cálculo”, adujo, finalmente. “Somos el único partido que hemos estado a la altura de las circunstancias tan complejas que vive España”. Y eso sigue pasando, inexorablemente, por el no a Sánchez.