Miquel Iceta eligió a conciencia la canción que ambientó su llegada al escenario. Mientras el público aplaudía, alcanzó la palestra -visiblemente eufórico- al ritmo de Got to be real, de Cheryl Lynn. En el estribillo, la cantante norteamericana repite: "Ahora, tu amor ya es real (...) Mi amor es tu amor". Un verso que, concluido el gran cónclave de los socialistas catalanes, pueden lanzarse PSC y PSOE mutuamente.
Los documentos aprobados en el Congreso de este fin de semana hablan de España como "una nación de naciones". Esa postura que venía reivindicando Iceta en contra de lo esgrimido por los distintos barones autonómicos. La vicepresidenta Calvo y el ministro Ábalos -mano derecha de Sánchez- acudieron a Barcelona para bendecir el último paso del PSC.
Iceta fue reelegido por unanimidad y el grueso de papeles fue sellado -Ábalos dixit- con "porcentajes un poco escandalosos". El giro de los socialistas catalanes, por tanto, no conoció oposición en Cataluña... pero tampoco en Moncloa.
El también candidato a la Generalitat plasmó su satisfacción con un guiño a Ábalos, que le escuchaba en primera fila: "Manda un telegrama a Sánchez. El PSC le apoya al 100%. Se lo merece, se lo ha ganado". En ese instante, quedó recogido el agradecimiento de Iceta al presidente del Gobierno por haber transigido con su "plurinacionalidad", tantas veces discutida por el presidente de Aragón, Javier Lambán, o el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Este domingo, consagrado Iceta, quedó sofocado cualquier conato de rebelión que pudiera existir en el seno del PSOE. Sánchez levantó sus cartas a través de Ábalos y Calvo, que definieron las negociaciones con ERC como "racionales" y calificaron el ideario socialista de "imbatible".
"Tender puentes entre los pueblos de España"
Iceta, en el momento más álgido de su arenga, clamó: "Queremos tender puentes dentro de Cataluña, pero también entre Cataluña y el resto de los pueblos de España". Justo después, añadió: "¡Que no se me enfade ninguno! Ya saben que mi modelo es el Fe-de-ra-lis-mo". Enfadados o no, los barones socialistas ya son conscientes de que el PSOE ha asumido las tesis del PSC.
En la permisividad de Sánchez con Iceta reside un factor clave: esa especie de papel de intermediario que viene jugando el PSC con los nacionalistas desde que la aritmética del 10-N los convirtió en "necesarios".
Poco antes de que Iceta encumbrara España como "nación de naciones", José Luis Ábalos le abonó el terreno en el mismo escenario y en nombre del gobierno: "La derecha no nos deja otra. No podemos recibir la ayuda de quien no quiere prestarla".
Inés Arrimadas sí ha mostrado su predisposición a negociar con Sánchez, pero Pablo Casado se niega rotundamente. Una postura que Ábalos tachó de "vengativa". "Dicen que nosotros vamos a pactar con quienes quieren romper España, pero ellos la están asfixiando. ¿Qué pretenden? ¿Ganar las elecciones por aburrimiento?".
El secretario de Organización socialista felicitó al PSC por su "buen trabajo". Un día antes, Carmen Calvo se preocupó de que su primer abrazo, tras el discurso, fuera para el propio Iceta.
"My love is your love (...) Your love's for real now", sonó la canción de Cheryl Lynn. Al terminar, los altavoces vibraron con el Don't stop me now de Queen. Moncloa no ha frenado a Iceta. Lo ha situado, incluso, a la vanguardia del PSOE.