Alrededor de 65.000 personas, según la Policía Municipal, han participado este sábado en Bilbao en la manifestación a favor de los presos de ETA. Organizada por la Red Ciudadana Sare, reclamaba al nuevo Gobierno de PSOE y Unidas Podemos un cambio de la política de dispersión penitenciaria que se aplica a los presos terroristas.
La movilización, que ha cogido el testigo de la que dos horas antes ha recorrido las calles de la localidad francesa de Bayona, se desarrollaba bajo el lema "Orain presoak" (Ahora los presos) y a la misma se adhirieron los partidos que han apoyado o cuya abstención ha sido clave para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
Entre ellos, EH Bildu y Podemos y una delegación de ERC y de todos los sindicatos vascos, incluidos CCOO y UGT. Asistieron el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi; el secretario de Comunicación de Podemos Euskadi, Andeka Larrea; los secretarios generales de ELA y LAB, Mitxel lakuntza y Garbiñe Aranburu; así como miembros de UGT y CCOO, entre otros.
También participaron en la marcha, que recorrió las calles de Bilbao al grito de "¡Euskal presoak, etxera!" (Libertad para los presos vascos), una delegación de ERC integrada por su diputada en el Parlament Núria Picas y su vicesecretario general, Isaac Peraire, así como del diputado de JxCat en el Parlament Eduard Pujol, y del diputado de la CUP en el Congreso, Albert Botran, junto a representantes políticos como Arkaitz Rodríguez (Sortu), Mertxe Aizpurua (EH Bildu), o Roberto Uriarte (Podemos). No obstante, las delegaciones de Elkarrekin Podemos, CCOO y UGT no han incluido a sus máximos responsables y el PNV ha seguido sin respaldar oficialmente esta movilización.
Tras la pancarta principal estaban Asun Lasa, hermana de la víctima del GAL José Antonio Lasa, Rosa Rodero, viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea, asesinado por ETA, junto al portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, y miembros de Etxerat.
El portavoz de la plataforma Sare, Joseba Azkarraga, ha pedido al nuevo Gobierno que "tenga muy en cuenta" la imagen de los miles de personas que "quieren la paz" y "terminar con la vulneración de derechos de las personas presas". La plataforma reivindica el acercamiento de los presos de ETA a Euskadi y la liberación de los reclusos enfermos.
Azkarraga también se ha dirigido a los diputados vascos en el Congreso para decirles que "es el momento" de que esta reivindicación se lleve a las Cortes Generales por tener un "consenso muy mayoritario en la sociedad vasca detrás". "¿Si no es ahora, cuándo?", les ha preguntado.
La marcha, que ha arrancado en la plaza de La Casilla, finalizó en el Ayuntamiento de Bilbao con la lectura de un manifiesto. Entre las adhesiones que ha recibido en las últimas semanas la convocatoria se encuentran, entre otras, las de los exlehendakaris Juan José Ibarretxe y Carlos Garaikoetxea, o la del expresident catalán fugado en Waterloo (Bélgica) desde la aplicación del artículo 155 tras su declaración de independencia de Cataluña, Carles Puigdemont.
"No hablar por las víctimas"
En el manifiesto leído al final de la marcha han pedido que no se hable en nombre de las víctimas y han reclamado que se incluya "valientemente en la agenda del Estado" el cambio de la política penitenciaria.
"Estamos hablando de derechos humanos y no de reivindicaciones políticas", han aseverado antes de señalar que el Estado tiene un problema con la sociedad vasca, y no tiene un problema con una "organización disuelta e inexistente" como ETA. Antes de la marcha, Otegi ha considerado que la situación de los presos de ETA "entra también en la agenda vasca" y que hay que exigir al Gobierno "una hoja de ruta clara y una solución".
El exsenador de Podemos Josetxo Arrieta ha pedido el acercamiento y el fin del trato excepcional a los presos de ETA, a los que ha exigido que reconozcan el daño injusto causado y condenen la violencia. Nuria Picas (ERC) ha sostenido que la dispersión es un "castigo añadido" y Albert Botran (CUP) ha reclamado al nuevo Gobierno que "se corresponsabilice del proceso de paz, no siga de espaldas y cumpla con los derechos que les corresponden a los presos políticos vascos".
Por su parte, Eduard Pujol (JxCat) ha agradecido las "muchas muestras de solidaridad vasca" con el presidente, Quim Torra, y ha apelado a la "fraternidad" entre Cataluña y Euskadi porque "vienen momentos muy delicados de represión constante del Estado".
Casado y Arrimadas
Horas antes de la manifestación, el presidente del PP, Pablo Casado, ha calificado de "lamentable" que Podemos se haya adherido a esta movilización que es un "nuevo escarnio para las víctimas", y se ha preguntado: "¿De qué parte está Sánchez?".
Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha criticado que Sánchez prefiera gobernar con sus socios de Podemos y nacionalistas que se manifiestan "por los presos de ETA" en vez de a los constitucionalistas.
"Podemos y Podemos y los nacionalistas se manifiestan en apoyo de los presos de ETA. Es increíble que Sánchez prefiera a estos socios que a los constitucionalistas. Todo mi apoyo a las víctimas. La inmensa mayoría de españoles estamos con ellas, no con los verdugos", ha escrito la diputada de la Cámara Baja en su perfil de Twitter.
De este modo, entre gritos a favor de la vuelta de los reclusos a "casa" y de la independencia, los participantes están mostrando carteles reivindicativos de la asociación de familiares de presos, Etxerat.
PSE pide el fin de la dispersión
PSE-EE y Elkarrekin Podemos han considerado que el nuevo Gobierno español liderado por Pedro Sánchez debe "abordar" la situación de los presos de ETA y dar "pasos en el sentido de que las cosas vayan por un cauce de normalidad".
En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, los parlamentarios vascos se han referido a las manifestaciones que, organizadas por la red ciudadana Sare, se desarrollan en Bilbao y en Bayona para reclamar el fin de la dispersión de los presos de ETA.
En este sentido, el portavoz parlamentario del PSE-EE, José Antonio Pastor, ha expresado que las circunstancias han cambiado "para bien" en los últimos años y ha recordado que ya en 2011, con Patxi López de lehendakari, "se planteó en un pleno monográfico que una cosa es la legalidad penitenciaria y otra la política penitenciaria", de tal forma que "se habló de la posibilidad de acercar a los presos y tener en cuenta su situación médica".
En su opinión, hay que actuar con "respeto escrupuloso a la legalidad penitenciaria", pero también decir que "ésta permite modular las actuaciones de determinada forma".
"Estamos en un momento propicio en el que ETA ya no existe. Sin que se hable de desprecio o humillaciones a las víctimas se pueden empezar a dar pasos. Con un gobierno no ya en funciones sino consolidado hay que empezar a abordar con seriedad, rigor e inteligencia política esta situación para dar pasos en el sentido de que las cosas vayan por un cauce de normalidad", ha finalizado.
Podemos se adhiere
Por su parte, el parlamentario de Elkarrekin Podemos Jon Hernández ha afirmado que tanto desde la coalición como desde Ezker Anitza-IU siempre se han "posicionado claramente" sobre esta cuestión y han defendido que la "política de dispersión" no tenía sentido.
A su entender, la situación ha cambiado con la desaparición de ETA pero "el posicionamiento" que mantienen sobre la cuestión es el mismo: "Pensamos que la política de alejamiento está fuera de lugar y los presos debieran cumplir condena cerca de sus hogares".
Asimismo, ha sostenido que la cuestión de los presos gravemente enfermos "también debe ser abordada" y ha mostrado su confianza en que ésta "sea una de las cuestiones que el nuevo Ejecutivo central tenga la valentía de tratar".
No obstante, ha reconocido que "sobre esta cuestión" el nuevo Gobierno "va a tener una presión enorme" y ha criticado el que se haya llegado a tildar de ser "amigos de ETA a quienes hemos defendido estas posiciones".
Bildu: "Ya hemos cumplido"
Por su parte, el presidente del GBB y portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, ha reconocido que "a título individual" puede que participen en la marcha dirigentes jeltzales, tal y como han hecho "en ediciones anteriores", aunque ha advertido de que ha habido ocasiones en que los miembros del PNV no eran "bienvenidos" en las marchas.
"El movimiento de los presos Sare en este momento no necesita la presencia del PNV en la calle porque saben exactamente qué es lo que sucede cada vez que vamos... si tú en una manifestación no eres bien recibido debes actuar como una organización madura", ha añadido.
Asimismo, ha resaltado que para el PNV son tres "los vectores que deben actuar" respecto a lo que debe ser la nueva política penitenciaria.
A su juicio, el Gobierno español tiene "la responsabilidad de actualizar la política penitenciaria haciendo que sea flexible y responda a un nuevo tiempo en el que ETA ya no existe", de tal forma que esa "clave de excepcionalidad debe desaparecer".
"El segundo vector clave es la participación de las instituciones y de la sociedad vasca mientras que el tercer pivote es el propio colectivo de presos o cada preso individualmente que, en orden a posibilitar su reinserción, debe dar pasos en esa dirección", ha añadido.
Desde EH Bildu, el parlamentario Iker Casanova ha defendido, por contra, que quien se tiene que "mover" es el Gobierno del Estado que es quien tiene la potestad, ya que el resto de actores "ya han cumplido".