Vox convenció al Partido Popular para aplicar un pin parental absoluto en la Región de Murcia. Ambas formaciones redactaron un formulario y pactaron unas condiciones que incluyeron en el acuerdo de Presupuestos. Cuando Ciudadanos -socio necesario y que vicepreside la Comunidad- leyó los papeles que serán desmigados a continuación, dijo "no".
La consejería de Educación, pilotada por el PP y en connivencia con la extrema derecha, ya había dictado en agosto de 2019 una especie de pin parental "a medias". Al no tener rango de ley, el mandato apenas se aplica. Decide cada colegio. Por eso, según ha contrastado documentalmente este periódico, los de Abascal y Casado intentaron convencer a Ciudadanos para modificar los decretos necesarios, lo que habría obligado a todos los centros a aplicar el pin parental en su máxima expresión.
En ese borrador, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, PP y Vox detallaron todos los requisitos de la norma. La principal diferencia con la instrucción actual es su obligatoriedad, pero también el nivel de exactitud con el que los centros deberían informar a los padres.
De haber prosperado, cada actividad complementaria -aquellas celebradas en horario lectivo, pero que emplean "recursos o espacios diferentes" o son impartidas por personas ajenas al colegio- iría precedida del envío de este papel informativo a la familia: "Descripción, contenidos, objetivos perseguidos, materiales empleados, nombre y titulación de la persona que la imparte, entidad organizadora, fecha, duración...". Al final, el espacio para la firma de "padre, madre o tutor legal".
Si el niño olvida el papel...
La ordenanza que buscaban PP y Vox -y que soliviantó a Ciudadanos- especificaba que, de olvidarse el niño el papel en casa, se interpretaría como una "disconformidad" de los padres, anulando la participación del alumno.
Además, el proyecto especifica la obligación del centro a prestar "atención educativa" a todos aquellos cuyos padres hubieran vetado su participación en la charla. Eso supondría un incremento del coste y un problema organizativo para cada centro.
Los requisitos no terminaban ahí. Ambas formaciones pactaron la presencia de un profesor en cada una de las actividades para realizar una especie de supervisión.
En contra de lo que dicta la instrucción en marcha, este borrador abría la posibilidad de extender el formulario cada vez que llegara una actividad, y no antes del curso, facilitando a los padres una relación completa de las mismas.
Se trata, indica el borrador, de que los padres "puedan manifestar su conformidad o disconformidad". Un lema que responde al mecanismo que Vox ha bautizado como pin parental.
Así fue la negociación
Los Presupuestos de Murcia -ya desbloqueados- se negociaron durante, aproximadamente, cinco semanas. Hubo reuniones a tres bandas. Según las fuentes consultadas por este diario, era el PP quien redactaba las modificaciones que le pedía Vox debido a la escasez de técnicos de la extrema derecha.
Todo se pactaba, como es lógico, por materias. Cuando tocó la Educación, salió a relucir el pin parental a colación de la instrucción dictada por el Gobierno murciano en agosto de 2019. Una orden del PP a espaldas de Ciudadanos, que se enteró por la prensa.
El encuentro para charlar al respecto se convocó, de manera un tanto imprevista, para un viernes. Ciudadanos no pudo asistir. Lo hicieron PP y Vox. De ahí salió este borrador, que el 11 de enero recibieron los naranjas. Nada más leerlo, los de Arrimadas trasladaron a su socio, el PP, que no lo aceptarían. Y no lo hicieron. De ahí que los Presupuestos vayan a salir adelante con la abstención de Vox, y no con un "sí".