El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reivindicado este miércoles su derecho a pronunciarse sobre la reforma prevista para rebajar las penas vinculadas al delito de sedición -lo que beneficiría a los condenados por el 'procés'- porque "sólo faltaría que el señor (Quim) Torra pudiera decir esto o aquello, hablar de lo que le da la gana, y el PSOE quiera imponer una ley del silencio".
En una entrevista en la Cadena Cope, García-Page ha respondido así a la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, quien el lunes, y tras ser preguntada en rueda de prensa por las críticas del dirigente castellanomanchego a la reforma del Código Penal, señaló que en el partido se respetan las opiniones discrepantes, pero recordó que se trata de una reforma que "corresponde al Gobierno de turno" y al Parlamento de la Nación.
"Yo no me tengo por qué meter en muchos asuntos, yo no apruebo el Código Penal", ha concedido García-Page, si bien ha precisado que incluso las autonomías tienen la capacidad de iniciativa legislativa y pueden "plantear al Parlamento de España una iniciativa para cambiar esto o aquello". "Tenemos atribuida esa competencia", ha abundado.
"También somos España"
García-Page ha defendido que entre sus "responsabilidades como español, responsable público y presidente de Castilla-La Mancha" está la de "hablar de un delito contra el orden constitucional" como es "la agresión que hacen los independentistas cuando quieren convocar un referéndum para hurtar al resto de los españoles el derecho a decidir con el conjunto algo" que "afecta a todos".
"No es un problema sólo del Gobierno de España, nosotros también somos España. Tengo que garantizar que mis 2 millones de habitantes...hablemos todos y en las mismas condiciones", ha zanjado.