La ministra de Igualdad, Irene Montero, aplaudió al Rey en la sesión de apertura de la XIV Legislatura en el Congreso porque es "parte del Gobierno, por cortesía y porque es un valor del republicanismo el respeto a las instituciones". Sin embargo, no puede asegurar que hiciera lo mismo si ocupara un escaño raso y no uno azul, preguntada por ello este miércoles en la Cadena SER.
En este sentido, ha recalcado que "si para subir el Salario Mínimo Interprofesional" o aprobar leyes que protejan las "libertades sexuales" tienen que aplaudir al jefe del Estado, lo van a hacer. No hicieron lo mismo los diputados de Unidas Podemos, una fila más atrás de la bancada del Ejecutivo, como tampoco los propios Montero o Pablo Iglesias antes de ostentar una cartera.
"Más que cambiar de opinión es asumir un rol diferente -ha justificado-. La gente no es idiota y lo está entendiendo. Cuando uno está en la política institucional ve las cosas desde perspectivas diferentes. Estás obligado a hablar con personas que no piensan como tú y eso te ayuda a enriquecer tus posiciones".
Ley de libertades sexuales
Ya sobre sus proyectos en el ministerio, Montero ha avanzado que impulsará en "semanas" una ley integral de protección de la libertad sexual y contra las violencias sexuales, que abordará medidas en el ámbito de la pedagogía, la prevención, la educación y la modificación del Código Penal para incluir la reforma del "solo sí es sí".
"La ley de libertades sexuales -ha concretado- es la primera ley que vamos a lanzar desde este ministerio. Será lo antes posible, cuestión de semanas", ha anunciado tras insistir en que esa iniciativa incluirá una reforma del Código Penal al margen de la revisión más amplia que prepara el Gobierno y que incluirá el delito de sedición.
Montero ha dicho que una ley contra la trata de seres humanos con fines sexuales es otro de los objetivos que se plantea como prioritarios, aunque no ha concretado si apoya imponer sanciones a los clientes de la prostitución y ha preferido esperar a analizar con detalle esta problemática en la que -ha recordado- todos los gobiernos han tenido mucha dificultades para abordar el asunto.