La ministra de Igualdad ha comparecido en el Congreso para presentar las líneas maestras de su nuevo departamento. Y lo ha defendido como necesario "después de los años de recortes del anterior Ejecutivo que tanto afectaron sobre todo a las mujeres". Además, ha inaugurado un nuevo concepto, el de la "Transición feminista", de la que se ha erigido en líder, como titular de una cartera "transversal y que luchará contra los retrógrados, que suelen ser hombres multimillonarios, que quieren socavar los avances de la igualdad".
Parte Irene Montero de que "el feminismo es democracia radical", de que "el feminismo es a lucha por la igualdad" y de que hay "retroceso discursivo y práctico" al que "hay que plantar cara con firmeza" porque, de nuevo, "feminismo es democracia radical".
A pesar de que diversos colectivos de la Policía y la Guardia Civil, como la APROGC le han acusado de "mentir" y le han pedido una rectificación, Montero no ha retirado sus palabras del pasado viernes: "Cuando una mujer denuncia una agresión sexual se le pregunta que si iba vestida con una minifalda". Le han exigido que rectifique y pida perdón el PP, Marga Prohens; Lourdes Méndez Monasterio, Vox y Sara Giménez, Cs.
Tampoco ha explicado los motivos por los que la coalición de gobierno en Baleares, que reproduce esencialmente la que le da a ella el Ministerio, se negó a crear una comisión de investigación sobre el caso Baleares. Niños y niñas tutelados por el Gobierno autonómico fueron prostituidos durante meses y Podemos y PSOE votaron en contra de depurar responsabilidades políticas en el Parlamento Balear. La popular Prohens, de hecho, ha calificado esto de "indigno y repugnante" y ha anunciado que pedirá una comisión de investigación en el Congreso, "a ver si siguen ustedes en contra".
"Tomo partido"
En una intervención larguísima y prolija en datos, apartados y subapartados, Montero ha demostrado conocimiento en el campo -de hecho, ha sido felicitada no sólo por su nombramiento, sino por su "trayectoria política" por cada diputado de la oposición- y una posición "militante". Es más, la propia ministra ha dejado claro que ella y su departamento "toman partido" y que "éste es un Gobierno feminista".
Son tres los grandes pilares en los que Montero quiere ejercer su responsabilidad ministerial: las "políticas de supervivencia", las "políticas de redistribución", y "políticas de cuidado". Además, promoverá la recuperación "del prestigio del Instituto de la Mujer", momento en el que ha vuelto a criticar las políticas del PP en el pasado.
La desigualdad de género, según la ministra, "es la principal brecha que divide la sociedad". Y por eso ha defendido que "el feminismo es un movimiento de enorme capacidad transformadora", razón por la que ha apelado a los partidos del centro derecha. "Hasta los que sólo hacen política con una perspectiva económica verán en el feminismo un aliado", ha dicho, después de citar a la Organización Internacional del Trabajo (OIT): "Cerrar la brecha de género en sólo un 25% haría crecer el PIB en 34.000 millones de dólares".
Caso Baleares
Montero ha anunciado la inminente ley de libertades sexuales, "a la que seguirá de inmediato una ley contra la trata de seres humanos", con especial incidencia en la trata de mujeres, niños y niñas para la explotación sexual. Sin embargo, ha tenido que responder a la interpelación de la representante de Ciudadanos a este respecto, Sara Giménez: "¿Por qué impiden la comisión de investigación en el caso de los niños y las niñas tuteladas que han sido prostituidos en Baleares?".
Montero se ha limitado a explicar que su departamento luchará contra "todas las violencias", con "todas las víctimas" de la mano de "todas las administraciones". Así, ha anunciado que llevará a formación en este aspecto a los profesionales ya las escuelas y que creará una red de servicios disponible 24 horas. Pero sobre todo, que su labor legislativa convertirá en "violencia machista cualquier vulneración de las libertades sexuales".
Eso significará no sólo que "sólo sí es sí", sino que se superará el concepto de violencia de género por el de violencia machista y se contabilizarán casos de asesinatos no sólo en el ámbito de la pareja o expareja, sino en todas las demás circunstancias: "Violaciones, abusos en el ámbito profesional, político, laboral..."
Comisaría y minifalda
Y además que se flexibilizará el acceso al título habilitante, al que ha cambiado de nombre por "la acreditación de la condición de víctima". Es decir, que no sólo será que los servicios sociales de los Ayuntamientos podrán otorgar esa condición, sino que "no importará la puerta de entrada", es decir, "que por la vía de la denuncia o por la vía de la atención médica, detectaremos los casos y los atenderemos".
Esto, para luchar contra el obstáculo que suponen la dificultad o el miedo a denunciar los casos de abusos o violencia de género. En este punto, también ha sido interpelada por la representante de Ciudadanos, la del PP y la de Vox. Las tres le han exigido a Montero que "pida perdón" por sus declaraciones en las que aseguraba que "a las mujeres que denuncian una violación, en comisaría le preguntan si llevaban minifalda".
Según la representante liberal, "esa generalización es una irresponsabilidad y un atentando contra los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado". Pero no sólo eso, sino "una perspectiva infundada que hace un flaco favor a las mujeres que deben acudir a denunciar" al rebajar la confianza en quienes deben defenderlas.