Soberano, es cosa de hombres, rezaba el anuncio. Y el soberanismo parece que también. La mesa de negociación iniciada este miércoles en Moncloa y que quería dejar atrás el "marco constitucional" para dar paso a una nueva política más moderna y democrática cuenta solo con cinco mujeres, de un total de 16 negociadores.
Por parte del equipo de PSOE y Podemos, la portavoz del Gobierno Carmen Calvo, la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, son las tres representantes femeninas. Todas ellas proceden de las filas socialistas.
Por contra, sus socios de gobierno de la formación morada no han incluido ninguna delegada de sexo femenino pese a ostentar el ministerio de Igualdad. Han optado por la figura del vicepresidente segundo Pablo Iglesias y el ministro de Universidades, Manuel Castells, conocido por sus posiciones muy afines al independentismo.
Al frente de la mesa negociadora las proporciones empeoran. Y es que bilateralidad no es sinónimo de paridad. Elsa Artadi (JxCat) y Marta Vilalta (ERC) son las dos únicas mujeres del equipo de negociación catalán.
El president Torra; Pere Aragonès, vicepresidente del Govern; Josep María Jové, imputado por su implicación en el 1-O, Josep Rius, exjefe de Gabinete de Puigdemont, los consejeros de Acción Exterior, Alfred Bosch y el de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, son el resto de interlocutores.
Reacción de Sánchez
Las discrepancias del Gobierno de Pedro Sánchez se manifestaron pocos instantes después de que se dieran a conocer los nombres del equipo formado por el Ejecutivo catalán porque hasta cuatro de los elegidos no eran miembros del Govern, además de por el hecho de que contaban con dos negociadores más que el Gobierno.
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont logró colocar a sus fieles pese a no ser miembros del gobierno autonómico, y ERC siguió la misma dinámica priorizando el partido en detrimento de las instituciones que iban a representar en esa mesa de diálogo.
Sánchez reaccionó a tiempo para equilibrar el número de los equipos al añadir a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y al ministro de Transporte, José Luis Ábalos. Una decisión que sirvió, al mismo tiempo, para paliar un poco la desigualdad de sexos.
'España-Cataluña'
Al salir del primer encuentro, Torra explicó ante los medios su intención de que la "voluntad popular" avance y que sea la "primera institución de la república".
El nacionalismo ha intentado difundir una imagen de la mesa como una reunión entre instituciones del mismo rango y en la que la Constitución no es el marco de diálogo, sino un ambiguo "marco de seguridad jurídica".
El objetivo ha sido desmarcarse de lo que llaman "régimen del 78" y abanderar una aspiraciones políticas que, dicen, la vieja política todavía no está dispuesta a entender y aceptar. Sin embargo, su soberanismo y "derecho a decidir" ha contado con la voz preponderante de los hombres.
Con el panorama político actual, caracterizado por el auge del nacionalismo español que representa Vox y la polarización del separatismo catalán, se transmite la idea de que para hablar sobre la nación todavía los hombres cuentan con ventaja.