En estos tres meses de asueto y escritura, Albert Rivera no ha sufrido la crisis de insomnio que atenazó a Pedro Sánchez. En su reaparición, ya como presidente ejecutivo del bufete Martínez-Echevarría, el excandidato de Ciudadanos ha reiterado que jamás existió la posibilidad de fabricar un gobierno con el PSOE: "Es una ensoñación, no he visto esa película". Y justo después, ha concluido: "He dormido a pierna suelta".
Ante la mirada de sus nuevos compañeros de despacho, Rivera ha decidido pasar de puntillas por la actualidad. Sí ha afirmado que su apoyo a Inés Arrimadas en las primarias es un "secreto a voces" y que le complacería la supervivencia de los naranjas.
Su nueva vida, de toga y estrategia, entraña que vuelva a colegiarse como jurista. Aunque su empresa -fue una condición de Rivera- le permitirá escarceos en el arte de la docencia y la conferencia.
Al exlíder de centro, como era previsible debido al motivo de su rueda de prensa, ha habido que leerle entre líneas: "Todos fallamos cada día. La gracia es ser capaz de determinar los errores y los aciertos, pero ya tendremos ocasión de hablar en otro momento".
Ese "otro momento" llegará, previsiblemente, en abril, cuando presente su nuevo libro, a cuenta del cual concederá una gira de entrevistas. "Es paradójico, pero el resultado del 10 de noviembre me ha dado esta oportunidad. De niño siempre tuve un sueño, ser abogado y luchar contra la injusticia", ha explicado.
"Tutelas": bancos y medios
Desde los comicios del 28-A, distintos ministros y asesores de Pedro Sánchez han deslizado que su opción preferente fue explorar la formación de un Ejecutivo moderado de la mano de Rivera. Una hipótesis que él sigue negando: "Esa película que usted dice... No la he visto. He dormido mucho más que en campaña. Los españoles votaron y eligieron una mayoría".
En esa respuesta se enmarca el breve parte de situación que ha aceptado elaborar Rivera el día de su reaparición. En el libro, según las fuentes consultadas por este diario, "sí" quedarán relatadas "las relaciones con otros partidos" y las "principales decisiones estratégicas".
Muchos de sus compañeros, como por ejemplo Juan Carlos Girauta, diagnosticaron como una de las causas del descalabro "las presiones" de bancos y medios de comunicación. Rivera ha insinuado al respecto: "Siempre he visto con recelo las tutelas, también las que han intentado conmigo".
En realidad, en su caso, "fueron intentos". Y, en eso, las pruebas son cristalinas: Rivera vetó a Sánchez y mantuvo su palabra entre las primeras y las segundas elecciones. "Todo el mundo tiene interés en lo que hace un partido", ha contado.
El expresidente de Ciudadanos no ha mencionado, más que de pasada, el devenir del Gobierno de Pedro Sánchez: "No hay que ser un detective para saber que no esté muy de acuerdo. Sigo siendo liberal, constitucionalista... Y sigo estando preocupado por el futuro de este país".
Su nuevo trabajo
Albert Rivera no se "arrepiente" de haber entrado en política: "Ciudadanos lo ha sido todo para mí durante trece años. Me siento muy orgulloso. Le deseo lo mejor al partido. Si le va bien, le irá mejor a España".
Martínez-Echevarría abogados es un despacho nacido en la provincia de Málaga, aunque ya con oficinas en Madrid y Portugal. El reto de Rivera pasará por implantarlo en toda España. Además de presidente ejecutivo, tendrá la condición de socio.
La próxima cita de Rivera con la prensa será el 15 de abril, cuando el libro alcance los escaparates. Será su tercera obra, la primera en clave retrospectiva. Entonces, su comparecencia sí será política. "El reto es mayúsculo. Voy a liderar un gran proyecto y un gran equipo", se ha despedido.