Inés Arrimadas, en el escenario. Cita con la militancia. Le aprieta Paco Igea, su adversario en primarias, que le acusa en casi todas sus intervenciones de dejarse devorar por Génova. La jerezana responde a Pablo Casado -y de paso también a su rival interno-: "De absorción, nanay".
Ese ha sido el momento cumbre del acto celebrado por Arrimadas durante la mañana del domingo en Madrid. Ante un par de centenares de militantes, ha especificado su tesis acerca de la relación con el PP: "Sólo sumaremos cuando se trate de combatir al nacionalismo".
Ha aprovechado, además, para rechazar tajantemente la oferta de Núñez Feijóo, que les ofrece formar parte de la lista azul en Galicia: "Allí nos presentaremos solos". Un mensaje que afianzó este viernes con un viaje a Orense.
Hace tiempo que el Partido Popular se propuso absorber a Ciudadanos. En el seno de la formación conservadora, conviven dos posturas: la de Cayetana Álvarez de Toledo, que apuesta por una negociación de iguales que dé lugar a una "refundición"; y la de Teodoro García Egea, que filtró a la prensa en verano el experimento "España Suma" sin haber consultado antes a Albert Rivera.
El expresidente de Ciudadanos, de forma repentina e inesperada, ha irrumpido en la campaña de primarias. Este lunes -la semana en la que votará la militancia- dará una rueda de prensa en el despacho Martínez-Echevarría, donde ha sido contratado como asesor.
"Voy a partirme la cara por este partido. ¡Escuchen estos aplausos! ¡Ciudadanos está vivo!", ha arengado una Arrimadas visiblemente motivada. Los suyos la han llevado en volandas al grito de "¡presidenta, presidenta!".
"¡Ciudadanos está vivo!"
"Ciudadanos nació siendo necesario en Cataluña y hoy es imprescindible en toda España. Es el único partido liberal y de centro", ha aseverado Arrimadas sobre el tablado. "Muchos empezamos a ser militantes cuando esto no era nada. Sabemos lo que es pegar carteles, salir de trabajar y dedicar unas horas a preparar una propuesta. Quiero que eso siga siendo fundamental", ha clamado.
Arrimadas ha dibujado un discurso inundado de nostalgia, con el que ha recordado los inicios en la organización de muchos de sus miembros de la Ejecutiva, que "sacrificaron el tiempo de sus amigos y familia".
Consciente de su debilidad aritmética en el Congreso, ha ironizado: "Qué fácil era criticar a Ciudadanos tras las elecciones del 10 de noviembre. Pero nosotros hemos dado un paso al frente y miramos al futuro".
Una de las críticas que más se ha vertido sobre Arrimadas ha sido la ausencia de un relato que explicara y diera cuenta del descalabro electoral. Ella considera que ese descargo de conciencia sí se ha hecho: "Claro que ha habido autocrítica, pero no habrá autodestrucción". Justo después, ha recordado las dimisiones del presidente, el secretario de comunicación, el secretario general y el secretario de organización.
Arrimadas también ha presumido de la amplia presencia de mujeres en su nueva Ejecutiva: "Se habla mucho de feminismo. Nosotros no vamos a dar lecciones a nadie, pero Ciudadanos será el primer partido de la Historia de España con una dirección de mujeres".
La probable sucesora de Rivera ha enfatizado en la descripción de Ciudadanos como un partido de "centro" -sin vetos, aunque esto no lo ha verbalizado-, capaz de "tender puentes" frente a las "trincheras que cava Pedro Sánchez".