La paranoia se ha instalado en una parte del movimiento independentista. A través de grupos de Whatsapp y Telegram han empezado a circular acusaciones de algunos de los que se manifestaron en Perpiñán asegurando que los "conductores de autobús" iban más lento de lo debido para boicotear el acto de Carles Puigdemont en el municipio francés.
"Algunos chóferes habrían hecho todo lo posible para que los asistentes no llegaran al acto de Perpiñán", explican en estos grupos de mensajería instantánea.
El "testigo" que aparece es anónimo y asegura que el "conductor de su autocar habría ido lento a propósito haciendo que no pudieran asistir al acto del Consell per la República".
Las empresas, en el punto de mira
La entidad independentista Assamblea Nacional Catalana (ANC) ha informado que investigará estos casos. Una actuación que podría servir para responsabilizar a las empresas de que no hubiera más asistentes en el acto del expresidente catalán huido a Waterloo.
Según los organizadores, entre 100.000 y 200.000 personas se reunieron en el evento, llamado La república en el centro [del mundo]. Se fletaron 600 autobuses y 525 autocaravanas.
Algunos de los que se concentraron en la localidad del sur de Francia piden que se "tenga en cuenta" las "empresas" que "contratan" para este servicio y al "personal" del que disponen. De acuerdo, con el denunciante anónimo se "burlaron" de los asistentes al acto.
No es la primera vez que la ANC lleva a cabo campañas de boicot -le llaman "consumo estratégico"- para señalar aquellas compañías que no comulgan con el proyecto independentista.