Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este domingo 8 de marzo, Vox ha lanzado su propia campaña. En ella, a través de varios vídeos, critica la ley contra la violencia de género y los postulados de un feminismo que califican de "radical" y "supremacista". Además, contraprograman las decenas de manifestaciones que se celebrarán en toda España el 8-M con un acto en el Palacio de Vistalegre (Madrid).
La campaña, que tiene como lema '8-M, la alternativa', se ha presentado en redes sociales con vídeos que protagonizan varias diputadas y dirigentes de la formación de extrema derecha.
En uno de los vídeos aparecen únicamente diputadas de Vox que, desde el Congreso, lanzan varios mensajes en los que no hay ni una sola condena a los asesinatos por violencia de género de este año. "Nosotras sí vivimos en libertad, denunciamos y luchamos contra todas las prácticas culturales que dañan y denigran a la mujer, como el matrimonio forzoso, el aborto selectivo o la ablación genital femenina", aseguran.
Sin embargo, es en un segundo vídeo donde Vox critica con dureza el feminismo y las políticas de igualdad vigentes en España. En él aparece en primer lugar la presidenta de Vox en Madrid y diputada en la Asamblea, Rocío Monasterio, y varias dirigentes y simpatizantes del partido. Todas llevan un cartel en la mano con la frase "No hables en mi nombre".
"No nos amordacéis"
Este vídeo, de casi dos minutos de duración, lanza mensajes como "soy mujer y no soy víctima por el hecho de ser mujer" y "quiero liberarme de vuestro burka ideológico". Consideran que por el hecho de nacer mujer "el Estado no me tiene que proteger" y recuerdan que tienen los mismos derechos que el hombre "por ser española".
"Soy mujer y no seré dócil ni sumisa. Ni callada ante el feminismo radical", dicen algunas de las mujeres que aparecen en este vídeo, que denuncian que "nos queréis colectivizar". "No nos amordacéis", exigen.
También se muestran contrarias a la ley contra la violencia de género con frases como "mi novio ni mi nieto son criminales por ser hombres" o "no quiero leyes injustas con el hombre, quiero leyes que castiguen la violencia y proteja al débil". Y al uso de dinero público en programas de educación y sensibilización en igualdad. "No quiero que mis hijos sean adoctrinados en ideologías totalitarias", apuntan.
Critica, además, la política de cuotas: "Soy mujer y no necesito que el Estado garantice mi puesto de trabajo con cuotas. Ya me las gano yo. (...) No necesito la condescendencia de las feministas supremacistas".