Vox ha aprovechado el Día de la Mujer para reivindicar a las “mujeres” de su partido. Santiago Abascal ha ido citando en retahíla los nombres de sus dirigentes más icónicas -desde Rocío Monasterio a Reyes Romero- para confrontarlas con las "feministas" de lo que apodan "dictadura progre".
"Que os oigan rugir todos estos que están allí fuera y os dicen que Vox os maltrata, que sois sumisas. A las mujeres de Vox no tiene que ir ningún macho alfa a haceros ministras. Vosotras os representáis solitas", ha afirmado el presidente de Vox en alusión a la ministra de Igualdad y pareja de Pablo Iglesias, Irene Montero.
El partido celebraba este domingo en Vistalegre su gran mítin, contraprogramando la jornada del feminismo del 8M, y ha ahondado en la división del feminismo de izquierdas cuando ha dicho que, incluso Lídia Falcón, ha abandonado Izquierda Unida por la deriva "totalitaria" del movimiento.
"Locas de odio"
"Las que no representan a las mujeres son algunas locas de odio, que insultan a otras mujeres", ha apostillado.
Abascal ha recurrido al feminismo para atacar también al PP y su sometimiento a la "dictadura progre" al haber accedido a participar en la marcha del 8 de marzo de esta edición.
En este sentido, Vox se ha postulado como el partido que defiende a las "mujeres libres" que "no son de ninguna tribu". "Vemos a todos los españoles, mujeres y hombres, iguales ante la ley", ha remachado.
Abascal también ha reprochado al "gobierno socialcomunista" que cuando hablen de "seguridad de las mujeres" se olviden de los casos de "menores explotadas sexualmente en Mallorca". "Habrá que recordarles que desde que Pedro Sánchez está en Moncloa las violaciones no han parado de aumentar en España" -ha dicho- y de quien ha culpado a la "inmigración ilegal".
"Gobierno socialcomunista"
Más alla del tema feminista, el líder de Vox también ha lanzado sus críticas a la "mesa de diálogo" del Gobierno con los nacionalistas y ha basado gran parte de su discurso en las cesiones que "atacan la soberanía nacional".
"Hoy decimos juntos que la soberanía nacional es innegociable. Y no es palabrería. Los que estamos aquí y muchos más españoles están dispuestos a defender su patria hasta las últimas consecuencias", ha advertido.
Tras su discuro, ha sonado el himno de España en el Palacio de Vistalegre, donde según los organizadores han asistido 9.000 personas pese a la amenaza del coronavirus.