La Plaza Mayor, desierta en el primer día de llamada al confinamiento de los madrileños.
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En su paseo por Madrid, EL ESPAÑOL apenas se cruzó con unas pocas personas en una estampa del centro más propia de una película.
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El centro de Madrid, sin vida por el estado de alarma.
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La céntrica plaza del General Vara de Rey, bulliciosa cualquier otro fin de semana.
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La popular plaza de Cascorro, en el barrio de Embajadores.
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La Puerta del Sol, corazón de Madrid, desierta.
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La única presencia permanente en Sol ha sido la de policías, atentos al cumplimiento de las nuevas normas de tránsito.
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Normalmente, este sería lugar de paso de taxis y autobuses y cientos de personas saldrían de la estación de metro cada minuto. Los comercios, cerrados.
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Los madrileños, confinados en sus casas en el primer día de estado de alarma en España.
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Vista desde la calle Mayor, cerca de la Plaza Mayor.
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Los madrileños, como el resto de los españoles, sólo pueden salir a la calle para ir a trabajar, a comprar comida o para pasear al perro. En esta imagen, la calle Mayor.
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Bares, restaurantes y comercios cerrados en un domingo sin precedentes en la capital.
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Al fondo, la Plaza Mayor. Sus alrededores, también vacíos.
